Si nos tomamos en serio la idea judía de haber sido hechos a la imagen de Dios, en ese discurso el lenguaje es una cosa sagrada que se le da a los humanos como reflexión de lo divino: todas esas cosas bonitas de las que hablo, tenemos que aplicarlas más allá del contexto judío”, dice el poeta judío-americano, Peter Cole (1957).