Fuente: http://latormentaenunvaso.blogspot.com.es/
Hay joyas que pasan sin pena ni gloria, pero las hay que, tal vez por alineación planetaria, empiezan a surgir en las tertulias, a circular por las manos, a despertar de nuevo en las memorias y resucitar de las viejas librerías. Entonces se deleita uno descifrando sus poemas, transitando por esa profundidad tan personal y arrolladora. Fue así antaño; así ha resurgido hoy día. Y así será dentro de muchos años, porque hay piezas creadas por el ser humano que parecen no ser de este planeta.