Fuente: analitica.com
Karl Marx, un ídolo del mal. Pero nadie se preocupó de su poesía que mayoritariamente tenía que ver con el fin del mundo y su amor por la muchacha de la casa vecina, Jenny Westphalen.
2. En sus poemas amenaza vengarse de Dios y una y otra vez expresó su odio por el mundo. Juró lanzar a la humanidad al abismo y seguirlo después con una sonrisa en sus labios. Lanzó terribles maldiciones sobre la humanidad. Aún así, no se transformó en un ateo.