Fuente: http://eldia.es/cultura/2015-01-04/23-poesia-cruda-conecta-realidad.htm
Af irma que en "Diego contra la oscuridad", su primer poemario publicado, no escribe como secretario judicial, sino como ciudadano que eleva su voz contra lo que entiende como una situación injusta. Alicantino y residente en Tenerife desde hace nueve años, Antonio Revert Lázaro dice sentirse a gusto en esta tierra.
"Yo tengo el trípode canario, es decir, mujer canaria, hijo canario e hipoteca canaria... Adoro el carácter abierto y de celebración que tienen los isleños para unir a la familia durante horas alrededor de un tenderete. Eso es algo que se está perdiendo, pero que aquí se mantiene muy ligado a una concepción de la vida que comparto al cien por cien: ¡Vamos a disfrutarlo porque esto solo dura cuatro días y hay que aprovechar cada instante!", reivindica el autor de un libro estructurado en tres partes: "Nasciturus", "Niñez y otros llantos" y "Saturno devorando a sus hijos".
Sus versos son igual de negros que la portada de un poemario -el diseño y la maquetación es obra de Jonatan Rodríguez- que pinta una sociedad (el tercer apartado lo ilustra con una exposición de acuarelas) aletargada o narcotizada por el poder y debilitada por una crisis que él conoce bien. "Mi voz poética es de dolor; de indignación y tristeza frente a la realidad que veo cada día", confiesa sobre los latidos que se perciben en los Juzgados de lo Social. "Me gustaría tener un mayor compromiso con la ciudadanía, pero mi profesión no me permite tener una exposición pública... La única vía que he encontrado para transmitir mis sentimientos es la poesía", confiesa el autor de otros dos poemarios que aún están sin publicar.
Admirador de la obra del poeta Ángel González, profesor de piano de grado medio y amante del rock and roll, Revert Lázaro no oculta que en ocasiones se le han saltado las lágrimas al ser testigo de unas miserias conectadas con la ejecución de un desahucio o la lectura de un informe en el que se apunta que el 38% de los niños canarios viven por debajo del umbral de pobreza.
"No quiero ser derrotista, pero qué sociedad le estamos dejando a nuestros herederos", se cuestiona el responsable de una obra que precisamente se gestó a raíz del nacimiento de su hijo. "Este es un sistema amenazante que nos está tragando vivos y que transmite unas señales muy negras, pero reales", matiza un funcionario judicial que busca en las debilidades humanas señales para levantar un poema. "Un día vi a un policía llorando en una manifestación. Sin querer, ese hombre me estaba regalando un verso... Una imagen sobre la que construir una escenografía poética que a juicio de algunos de mis amigos es bastante cruda", revela en el instante en el que vuelve a realizar una referencia a Ángel González. "Él también fue muy criticado por utilizar unas formas contundentes, pero yo creo en el poder de la palabra y su capacidad para mover conciencias... Me muevo cerca de lo ripio porque mi deseo es que un verso genere una convulsión".
Antonio no tiene problemas en admitir que "el piropo que más me gusta escuchar es que soy poeta, pero no me considero un poeta... Ese es un término que me queda larguísimo porque yo únicamente soy un aprendiz de poeta. Eso sí, es mi pasión. De la misma forma que en el ocio está la personalidad de cada persona, en la poesía está nuestra voz interior", matiza un creador que, al igual que la gran mayoría de los poetas, tiende a la dispersión. "Me han salido versos en el Retiro, en la servilleta de una cafetería, en una biblioteca mientras preparaba las oposiciones... No tengo ni la disciplina ni el tiempo para escribir una novela. El hecho de que García Márquez se levantara todos los días a las ocho de la mañana para escribir Cien años de soledad me parece algo maravilloso que yo no me podría permitir", concluye.
Antonio Revert Lázaro
AUTOR DEL LIBRO "DIEGO CONTRA LA OSCURIDAD"