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Monterrey, NL- El amor y la poesía en una historia que si bien es sencilla, resulta ágil para un público que quiere disfrutar de las grandes actuaciones de Ignacio López Tarso y Helena Rojo, que juntos en el escenario son una verdadera maravilla.
“El cartero” (Il Postino) llegó ayer a Monterrey hasta el Auditorio Cumbres, y en la primera función que inició a las 19:10 horas, unas 750 personas se enternecieron al ver en el escenario a López Tarso personificando al poeta Pablo Neruda.
Con algunas de sus poesías que se expresan en diferentes momentos, el dramaturgo vive una historia al lado del cartero Mario Jiménez, encarnado por el actor Rolf Petersen, quien a pesar de ser casi un analfabeta llega a comulgar con su arte verbal y hacer él mismo sus propias metáforas.
Y es que el amor tocó a su puerta una vez que vio a Beatriz González, personaje interpretado por Livia Brito, pero su madre Rosa Vda. De González (Helena Rojo) no dará su consentimiento tan fácilmente para que su hija se relacione con un cartero.
Con una escenografía muy práctica, que llama la atención cuando se transforma en la casa de Pablo Neruda en Isla Negra, Chile, y luego se convierte en el hogar de Rosa, resaltando los dos lugares donde se llevan a cabo las acciones.
Si bien es cierto que López Tarso enternece al público con su personaje de Neruda, Helena Rojo tiene una actuación un tanto jocosa y hasta el público se divierte porque en sus parlamentos sobresalen algunas malas palabras.
La verdad es un verdadero deleite en las escenas donde los dos actores interactúan, porque mientras Neruda defiende al cartero, Rosa va a pedirle que interceda para que Mario se aleje de su hija Beatriz porque no es un buen partido para ella.
La actuación de López Tarso también resulta divertida cuando se pone a bailar con su amigo el cartero y los encuentra Rosa, pero en otra escena tanto Rosa y Pablo hacen lo mismo, por lo que los asistentes no tiene más que reírse y disfrutar el momento.
Y es que con el “Soneto para Matilde”, Mario enamora a Beatriz y ésta cae rendida a sus pies gracias a las metáforas, pero con tanto tiempo que pasa al lado de Neruda y leyendo sus libros, el joven ya aprendió a hacer sus propia poesía.
Aún y con una tos que en varios momentos se le pudo escuchar, Helena Rojo cumplió muy bien con su personaje de Rosa, que al final de historia se muestra ya más relajada cuando su hija contrae matrimonio con Mario.
En otro momento de la historia, Neruda tiene que irse de la isla hacia París, donde estará como embajador de Chile, pero desde allá les manda cartas y siempre con un posdata muy original, como una grabación donde le pide a Mario grabe todos los sonidos de su casa para no extrañar su tierra.
La puesta en escena es original de Antonio Scármeta y está dirigida por Salvador Garcini, quien le ha dado un aire fresco al texto, con buenas actuaciones y un solo acto que dura aproximadamente una hora y 20 minutos.
“El Cartero” se despide hoy de los regios en el mismo Auditorio Cumbres con dos funciones, la primera a las 19:00 horas y la segunda a las 21:30 horas.