Marcos Díez reúne 25 años de poesía en 'Con sol dentro' y suma el inédito 'Besar la tierra'

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La editorial Visor, en colaboración con la Fundación Gerardo Diego, publica los cinco poemarios en el volumen que será protagonista esta primavera de lecturas y presentaciones.


«Ahora que todo se hunde/y ya lo has aceptado,/ahora que ya no achicas/ todo el agua del mar inútilmente,/ ahora que te has sentado a contemplar/ callado el hundimiento, /tienes que decidir qué es lo que salvas». Las palabras pertenecen a 'Hundimiento', uno de los poemas que configuran 'Besar la tierra', el inédito de Marcos Díez (Santander, 1976) que cierra el volumen 'Con sol dentro. Poesía reunida (1999-2024)', que ve la luz estos días en la editorial Visor dentro del proyecto de la Fundación Gerardo Diego.

Ajeno a modas y tendencias, el poeta santanderino comparte no obstante esta compilación de un cuarto de siglo de escritura plasmada en cinco poemarios. Poeta y cuentista, guionista y columnista, en Marcos Díez las palabras, sea cual sea su destino, siempre rebañan en la ausencia, rescatan lo insólito en lo cotidiano y otorgan verdad al asombro. Tras alternar géneros, recibir premios y publicar poemas que cuentan historias y cuentos que parecen versos libres, el poeta, el cronista y el perseguidor confluyen en eso que queda en el margen, en aquello pendiente de nombrar y ser nombrado.


Por todo ello, como una consecuencia natural de una escritura que se detiene a observar, o que corre incesante tras un alumbramiento, el libro que llega ahora a las librerías responde a esa «honradez sencilla» que Juan Manuel Romero atribuye al poeta.

La voz de Díez explica los contenidos y su esencia. Cuatro libros integran el volumen. Tres de ellos (Combustión, Desguace y Belleza sin nosotros) fueron publicados en Visor; el cuarto es el inédito, concluido este mismo año y que se publica íntegro por primera vez.

Por otra parte, el apartado titulado 'Primeros poemas' se nutre de una escueta selección de lo que fue apareciendo en publicaciones colectivas, así como de 'Puntos de apoyo', libro individual que vio la luz en 2010 en la colección La grúa de piedra.

«De esa larga época de tanteos y aproximaciones –asume el poeta– he descartado casi todo y he incluido, únicamente, un puñado de cosas, como el que deja unas migas de pan a modo de rastro en el camino», confiesa. Y precisa que «algunos textos (de la primera etapa, fundamentalmente) los he revisado, en ocasiones de manera significativa, pero respetando siempre la esencia de aquello que yo había escrito».

Triple cita

La Fundación Gerardo Diego continúa así su proyecto de colaboración con editoriales de ámbito nacional para difundir la obra poética de autores de Cantabria.

Con motivo de la publicación del libro de Marcos Díez, la institución que lleva el nombre del autor de 'Manual de espumas' ha organizado un encuentro poético el día 23. El libro, además, se presentará en la librería Gil el 14 de junio y ya en julio formará parte de los actos que integran el programa de la Feria santanderina Felisa.

Marcos Díez, Premio Generación del 27 es, en opinión de Romero, «una voz singular, de múltiples aristas, orgánica y coherente, que cree en el poder del lenguaje para transmitir belleza, emoción y verdad».

A la hora de expresar, de modo confesional, las preguntas y respuestas que subyacen a este caleidoscopio de un cuarto de siglo, el propio Marcos Díez refiere que la poesía «no me ha entregado nunca certezas, pero sí siento que he alcanzado algunas veces una especie de comprensión profunda, algo como una claridad difícilmente traducible, sobre unas pocas cosas que me parecen importantes para vivir».

Dice entender la poesía «como una forma de relacionarme, a través de la indagación permanente, con la experiencia de existir».

Y comunica toda una declaración de principios: «Lo más importante, lo veo así, es que la poesía transforma de forma profunda a quien la escribe (también a quienes la leen) porque es una fuente enigmática de la que mana un conocimiento empírico y no verificable sobre asuntos trascendentales para la vida. Un tipo de conocimiento que nos ayuda a conectarnos con nuestro lado más humano y que es una forma de resistencia íntima frente a tantas cosas, muy presentes en la vida de hoy, que nos deshumanizan».

Marcos Díez señala que «no depositamos en el poema, cuando lo escribimos, algo que ya sabíamos, sino que es el poema el que, a su manera confusa, nos va revelando cosas que no podríamos llegar a saber de otra manera y que, aun sabiéndolas, nos sigue costando explicar con el lenguaje común».

Y en su discurrir entrelazado de vida y poesía, declara: «Cuando se escucha la llamada de lo poético, esa es mi vivencia, hay que atenderla y entregarse a esa búsqueda de la belleza y de la verdad a través de las palabras. Se persigue algo que uno intuye más allá de las ilusiones, de las apariencias, de los sentidos únicos o de los sesgos que enturbian la razón».


Por Guillermo Balbona