LA POLÉMICA HOMOSEXUALIDAD DE RUBÉN DARÍO

Fuente: https://www.abc.es/cultura/cultural/homosexualidad-poeta-20240503112334-nt.html?gig_actions=sso.login&gig_enteredFromComponent=fromLoginClick

Las cartas falsificadas dieron pábulo a una relación homoerótica con Amado Nervo. Un artículo sobre ello de Alberto Acereda, asesor de la compra de Arizona, provocó un enfrentamiento académico.



Hace un día grisáceo en Madrid. Cafetería del Hotel Palace. Un preocupado Sergio Ramírez, en representación de la Academia Nicaragüense de la lengua, espera a Rocío Oviedo Pérez de Tudela, encargada, en ese entonces del Archivo Rubén Darío de la UCM, para preguntarle si sabía algo sobre los manuscritos de Arizona. Los sorbos de café saben a versos amargos. De fondo, una batalla académica entre los que defienden la autenticidad de los documentos y los que niegan por completo que esos manuscritos salieran de la pluma del poeta nicaragüense.

El detonante de la guerra fue un artículo de Alberto Acereda, profesor de Arizona y asesor de la compra, titulado 'Nuestro más profundo y sublime secreto': los amores transgresores entre Rubén Darío y Amado Nervo', donde llegaba a plantear una posible homosexualidad por parte del poeta nicaragüense. Tras el artículo, la noticia llega a Nicaragua, y las redacciones de los medios nicaragüenses echan humo. Los titulares inundan el país. Medios representativos como El Nuevo Diario y El Confidencial de Nicaragua se pronunciaron en su momento. Incluso entraron en la contienda de aquella subasta retirada de El Remate, por el presunto falsificador.

En medio de la polémica, muchos advertían sobre la circulación de manuscritos falsos de Rubén Darío. En el medio nicaragüense Nuevo Diario, ya extinguido por la situación política y económica, Luis Morales codirector General del Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) señaló que habría que tener cuidado. «Un último manuscrito que apareció en Sudamérica fue estudiado aquí, revisado por la gente del Archivo Rubén Darío y no era auténtico. La obra original de Darío está en museos, lo que circula no es original».

Rubén Darío, homosexual
Precisamente, la autenticidad de los documentos fue lo que provocó un frente abierto académico. Y es que para los nicaragüenses tocar a su bardo por excelencia es un pecado. Peor aún fue acusarlo de homosexual, a través de las cartas íntimas con Nervo pertenecientes al 'Lote Bermúdez' que Arizona había adquirido. En Nicaragua métanse con todo, excepto con Darío. «Acereda tendría que habérselo pensado dos veces y no creer que había descubierto esa supuesta homosexualidad», admite un exprofesor nicaragüense que prefiere ser anónimo para no correr peligro en Nicaragua.

La controvertida homosexualidad del poeta se propagó por el país centroamericano y se definieron los posicionamientos. Por un lado, Alberto Acereda (de Arizona), José María Martínez (de Texas) frente a La Academia Nicaragüense de la Lengua (Jorge Eduardo Arellano, Sergio Ramírez) y otros académicos que quisieron intervenir como Günther Schmigalle, hispanista alemán y exprofesor de la UCA de Nicaragua. «En mis artículos sobre el 'Fraude de Arizona' me he limitado a contar que, desde un punto de vista literario y biográfico, Darío no puede ser el autor de los documentos adquiridos en aquel tiempo por la Universidad de Arizona», cuenta Schmigalle a ABC.

Jorge Eduardo Arellano, fiel a la dictadura orteguista, asegura por mail que su versión «no puede enviarla completamente». Aclara también que en la ciudad de León conocen muy bien al falsificador e insiste en que quienes tratan la obra de Darío «consideran un disparate dudar de su heterosexualidad erótica».

Arellano que ahora apoya la extinción de la Academia Nicaragüense de la que fue director honorario, emitió algunos comunicados al respecto. «Los documentos no consisten en manuscritos originales, sino en transcripciones o copias. En las reproducciones digitales de Acereda se reconoce la misma grafía de los numerosos manuscritos con los que una red trafica en Nicaragua desde hace años», son algunas de las explicaciones que dio.

Del bando contrario, José María Martínez insistió en su momento en la autenticidad de los documentos adquiridos por Arizona, ya que sabía que estaban respaldados por el peritaje de El Remate. «En mis artículos insistí que mis apreciaciones estaban respaldadas por un documento pericial al que había tenido acceso». Por su parte, la postura de Alberto Acereda se desconoce. Su marcha de Arizona, según el bando nicaragüense, se debió a su error en el asesoramiento de aquellos 900 manuscritos.

Otros afirman que abandonó la universidad por mera decisión personal. El documento pericial que ABC Cultural hace público en esta investigación nunca le llegó a la Academia Nicaragüense de la Lengua. Sin embargo, sus miembros tuvieron clara su postura: la falsedad de los documentos.

La Academia Nicaragüense
El pronunciamiento de la Academia ante la presunta falsificación no se hizo esperar. Reunidos en una sesión de pleno declararon «tener elementos de pruebas suficientes para rechazar como burda falsificación los manuscritos atribuidos a Rubén Darío, que fueron adquiridos por la Universidad del Estado de Arizona y en base a los cuales el profesor Alberto Acereda» escribió un ensayo publicado en el Bulletin os Spanish Studies, de Londres.

El documento oficial de la Academia Nicaragüense se remite a unos hallazgos del novelista y Premio Cervantes Sergio Ramírez que publicó en una columna titulada 'El sencillo arte de dejarse engañar'. «Era muy burdo todo y la falsificación de los documentos quedaba clara», cuenta Ramírez doce años después. En su columna explicó que esas controvertidas cartas nunca fueron encontradas en el archivo de Nervo, el destinatario.

La Academia terminó sustentando su postura en que se trataba «de falsificaciones cuya caligrafía es idéntica a la de otros muchos documentos que una red fabrica en Nicaragua desde hace años estafando a coleccionistas e instituciones públicas y académicas». En cuanto a Acereda, rechazaron su hallazgo en torno a la supuesta homosexualidad de Darío, amparándose en la verdadera correspondencia entre ambos autores que no fue más que una simple amistad entre dos colegas.

Imagen - La polémica homosexualidad de Rubén Darío
En lo referido a los documentos de Harvard, en Nicaragua apenas se conocieron noticias de ellos. La batalla académica se centró en los de Arizona. Sin embargo, como ABC ha podido comprobar, provienen del mismo lote del falsificador. Ambas universidades han querido pronunciarse al respecto.

Por un lado, la actual responsable del archivo de Arizona Seonaid Valiant, ha admitido que desconocía por completo lo referido en torno a esos 900 manuscritos darianos y la batalla académica: «Verificaremos la procedencia de esos documentos, pero nos llevará tiempo». Harvard, por su parte, ha pedido a nuestro periódico compartir «cualquier información adicional o publicación» al respecto sobre el asunto. Falta saber qué desprestigio puede llegar a tener este escándalo para ambas universidades.


Por WILLIAM GONZÁLEZ GUEVARA