Las inquietudes artísticas de Tonia Vázquez, poeta y pintora de elegancia innata

Fuente: https://www.20minutos.es/noticia/5168062/0/las-inquietudes-artisticas-tonia-vazquez-poeta-pintora-elegancia-innata/

La artista gallega será recordada en un homenaje literario el 25 de septiembre en la sede de la SGAE. La España de los cincuenta del pasado siglo, cuando nuestro país comenzaba a recuperar el pulso tras un duro período de posguerra, no reunía las condiciones más adecuadas para que las cualidades artísticas se desarrollaran, máxime tratándose del talento femenino.

Sin embargo, la audacia y la convicción siempre se abren camino a pesar de las adversidades, quizás hasta impulsadas por esas trabas.

Tonia Vázquez, nacida a mediados de los años cuarenta en El Ferrol, pudo encauzar su extraordinaria sensibilidad plástica desde muy joven con el pincel o los lápices; pero su afán por abarcar también el mundo de las letras le llevó a cultivar la poesía desde muy temprana edad. Afortunadamente, vivió su infancia y adolescencia en una familia acomodada y atenta a fomentar las capacidades de Tonia, que gozó de libertad para crecer en el terreno de las artes atendiendo a sus inquietudes.

La Sociedad General de Autores pretende reivindicar próximamente la memoria y la obra de esta mujer adelantada a su tiempo, fallecida en 2020, en un homenaje literario que tendrá lugar en su sede el 25 de septiembre a las 19 horas.

En una charla-coloquio prevista, aflorarán seguro los testimonios de aquellos que la conocieron y pudieron admirar su facilidad de expresión en el terreno poético y pictórico; pero también las impresiones de los que no tuvimos la fortuna de tratarla en persona. Su faceta de creación poética se evocará a través de un recital en el que los versos de Tonia recobrarán vida, como en tantas ocasiones donde su propia voz alzó en 'petit comité' sus creaciones.

La vida y sus anhelos constituyen la esencia de una obra poética que Gloria Fuertes caracterizaba como sigue, en el prologuillo a su libro Prólogo de la Esperanza (Ediciones Torremozas. Madrid, 1992): "su poesía se entiende y por eso se siente y se siente, que a veces no está escrita con tinta, que está escrita con llanto".

Anhelos como los de la protagonista de su poema El jinete, que se sube a la grupa de un caballo verde y negro montado por un misterioso hombre para convertirse en amazona. "Le miré; como se mira un dios que no conoces". La arrebató del suelo para "rasgar el himen de la vida" y dominar los espacios.

"Y a la Vida nacimos", nos anuncia desde lo alto de ese sueño. El libro viene ilustrado por dibujos de la propia Tonia, en los que una caligrafía muy clara -dedicó a la docencia buena parte de su vida- surge entre figuras y requiebros surrealistas. En el siguiente dibujo, que acompaña al poema Paso a paso, se lee "el bailarín amaba a sus zapatillas, pero sintió que le oprimían, se descalzó y en un baile más libre danzó con ellas en las manos".

Deseo de romper con las ataduras que condicionaban de algún modo su progresión. Tonia Vázquez estudió en un colegio religioso, impregnándose de un sentido cristiano que aflora en poemas como Renuncia u Oración.

Pronto se integró en los círculos artísticos gallegos, pero su amplitud de miras la mantuvo atenta a las corrientes centroeuropeas, algo palpable en la evolución de su pintura desde el realismo a un expresionismo pleno de color. Su principal actividad artística se desarrolló principalmente en el ámbito gallego, con exposiciones en lugares como el Centro Galego de Arte Contemporánea, el Centro Cultural Carvalho Calero de Ferrol, el Círculo de las Artes de Lugo y otras salas de exposición en Vigo o La Coruña.

Más de treinta muestras individuales presentó la artista desde 1985 en ciudades de toda España, traspasando fronteras en algunos casos con obras que formaron parte de galerías en América y el resto de Europa.

Un rasgo muy marcado en la existencia de Tonia fue su natural elegancia y el interés por la moda, que se hizo patente en las numerosas ocasiones en que se dejó ver en eventos sociales, donde siempre lució vestuario exquisitamente compuesto. Resulta asombroso asomarse a sus álbumes de fotografías, donde más parece una actriz rutilante, aunque siempre comedida, que una creadora artística.

Nunca comulgó Tonia con esa imagen del pintor o el poeta alejado de la sociedad, que busca en su extravagante vestimenta y estudiado desaliño suplir carencias o establecer una imagen de malditismo.

Nada más lejos de sus pretensiones, aunque en su carácter siempre se mantuvo firme una rebeldía sosegada que buscaba reivindicar la creación femenina como parte de la cultura de nuestro país. "Di que no. / Un no de relámpago que hiere y quema, / enseña tu zarpa de león herido", apunta en unos versos.

El buen gusto en sus costumbres le llevó a fraguar numerosas relaciones sociales y de carácter artístico, conformando a su alrededor un variado crisol de personalidades que incluía a escritoras y poetas como Gloria Fuertes, Luz Pozo Garza o las hermanas Pura y Dora Vázquez; y diseñadores de moda como Elio Berhanyer, María Rosa Salvador o Pedro Rodríguez.

Ya es hora de que Tonia Vázquez, la profunda poeta galleta, sea conocida (y admirada) en su tierra y en toda España", decía Gloria Fuertes en los prolegómenos de ese poemario al que aludíamos.

Ese momento ha llegado. Esperemos que ese deseo se haga realidad gracias a la iniciativa que tendrá lugar en la SGAE, y podamos acercarnos a una mujer que buscó siempre expresarse libremente, como ese bailarín tras despojarse de las zapatillas que le oprimían.

Por ADOLFO ORTEGA