Fuente: http://diariolaopinion.com.ar/noticia/4564/la-poesia-del-suburbio
“La Tierra del Fuego”, tal era la denominación del barrio de Palermo hacia fines del siglo XIX (1). Estaba alejado del centro y por la calle Honduras vivía un entrerriano tuberculoso que se llamaba Evaristo Carriego. Vio la luz en Paraná en 1883 y desde niño se afincó con su familia en el barrio.
Tierra de compadritos y peleadores, Palermo, territorio periférico: “Carriego miró para siempre esas cosas y las enunció en versos que son el alma de nuestra alma. Tanto es así que las palabras arrabal y Carriego ya son sinónimos de una misma visión... El ha llenado de piedad nuestros ojos y es notorio que la piedad necesita de flaquezas y miserias para condolerse de ellas después...”(2)
El poeta le escribe al barrio dejando una estela considerable de argumentos para la inspiración de los postreros poetas del tango. Muere en 1912 y recién en 1917 Pascual Contursi escribe el primer tango-poesía: Mi noche triste”. Luego aparecen” Ivette. “De vuelta al bulín”y “Flor de fango”, también de su autoría y prosigue el torrente creativo en las distintas letras de tangos. Carriego en su poema “Residuo de Fábrica”, publicado en el libro “Misas Herejes” hacia 1908 , describe las penurias de la muchacha tísica ”Hoy ha tosido mucho, van dos noches/ que no puede dormir, noches fatales/, en esa oscura pieza donde pasa/ sus más amargos días sin quejarse./ El taller la enfermó y así vencida/ en plena juventud, quizás no sabe/ de una hermosa esperanza que acaricie/ sus largos sufrimientos de incurable”/. Esta poesía tiene como correlato dos tangos: “Cotorrita de la suerte de Franco y De Grandis (1927) “Como tose la obrerita por las noches,/ tose y sufre por el cruel presentimiento/ de su vida que se extingue y el tormento,/ no abandona a su pobre corazón” y Caminito del taller de Cátulo Castillo (1925) “Pobre costurerita, ayer cuando pasaste/, envuelta en un acceso de tos seca y tenaz,/como una hoja al viento la impresión me dejaste/ de que aquella tu marcha no se acaba más”...
En la poesía “Has vuelto” Carriego expresa: “Adiós alma nuestra, parece/ que dicen las gentes en cuanto te alejas/, pianito del dulce motivo, que mece/ memorias queridas y viejas/. Anoche, después que te fuiste/, cuando todo el barrio volvía al sosiego/-qué triste- lloraban los ojos del ciego”. Diez y siete años después, Manzi escribe: “Pareces un verso del loco Carriego, pareces el alma del mismo violín, puntual parroquiano, tan viejo y tan ciego, tan lleno de pena, tan lleno de splin”(3. Viejo ciego (tango 1925)
Tal vez la poesía más conocida de nuestro personaje “La costurerita que dio el mal paso”, alude a la piba del barrio que abandona el espacio y echada a la vida cae atraída por las luces del centro “entre el humo de los puros y el champagne de Armenonville”. Esta temática, es acaso, la más recurrente en las letras del tango: Margot, Milonguera, Perla fina, Zorro Gris, Muñeca Brava, Milonguita, Mano cruel, De tardecita, No salgas de tu barrio, Flor de fango y tantos otros.
Carriego había nacido en Paraná el 7 de mayo de 1883 y falleció en Buenos Aires el 13 de octubre de 1912. Publicó, como tengo dicho un solo libro “Misas Herejes”(1908) y nos dejó una obra de teatro “Los que pasan”, estrenada en 1912 poco antes de su muerte. Sus amigos publicaron posteriormente “Poemas póstumos”.
En Honduras 3784, en lo que constituyó la casa paterna del poeta, funciona la Casa de la Poesía de la ciudad de Buenos Aires, inaugurada el 18 de noviembre de 2000 dependiente de la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la ciudad, la que obviamente se puede visitar y muy cerca de allí, en Honduras y Serrano está ubicada la plaza “Borges”, conocida también como” La Placita” la que posee numerosos restaurantes, bares y puestos de artesanías, en un ambiente marcadamente parisino. Vale la pena acercarse.
(1) Jorge Luis Borges, Obras Completas, pág. 119 tomo I.
(2) El tamaño de mi esperanza, Jorge Luis Borges.
(3) Palabra muy usada por los poetas decadentes franceses de la segunda mitad del siglo XIX y que se traduce como” desgano mórbido”