Fuente: http://www.lanzadigital.com/news/show/cultura/la-poesia-es-el-regreso-al-sentido-primero-de-las-palabras/109874
Con un nuevo galardón literario en su palmarés tras recibir hace apenas unas semanas el Premio de Creación Literaria Villa del Libro de Valladolid, el poeta manzanareño afincado en Palma de Mallorca, Federico Gallego Ripoll, habla de sus versos, la poesía y la proyección más contemporánea de las letras.
Inspirado por esa Mancha que todavía es “la luz” con la que escribe, pues la cercanía de sus paisanos es su “mejor alimento” y “primera referencia”, Gallego Ripoll reflexiona sobre la búsqueda del poeta, sobre las posibilidades de la poesía para ‘no callarse’ y sobre las nuevas formas que adquiere este arte con nuevos medios digitales, que permiten abrirse a un mundo “difícilmente alcanzable a través de la edición del papel”. Para el manzanareño La Mancha es “buena tierra de poetas”, quizás “porque aquí hay pocas distracciones en el paisaje y todo es esencialidad”.
PREGUNTA.- Hace apenas unas semanas te eligieron ganador del IV Premio de Creación Literaria Villa del Libro, que organiza la Diputación provincial de Valladolid. ¿Cómo es ‘Quién dice sombra’?
RESPUESTA.- Un libro de poemas, o se define a sí mismo... o no hay quien lo defina. Te podría hablar de su estructura, de su lenguaje, su ritmo, su extensión... cosas todas de menor entidad que la poesía que pretenden sustentar. Me confieso incapaz de “explicar” mi poesía: quizás si lo pudiera hacer no tendría esta urgencia de escritura en la que ella, la poesía, siempre manda. Pero me gustaría que los lectores apreciaran en él que es un libro intimista, sosegado... quisiera presumir que es también verdadero; y que lo leyeran al abrigo de su propia experiencia, porque es a la memoria del lector a la que apela el poeta cuando comparte lo que escribe.
P.- El jurado dijo de que es “una precisa reflexión en torno al paso del tiempo”, con “una estructura coherente”, que “adquiere una dimensión universal”. Todo un honor recibir esta valoración...
R.- Uno siempre se sorprende de lo que opinan los demás sobre la propia obra, y ha de acoger cualquier opinión con humildad y gratitud, porque también de ello se aprende. Pero en el fondo, la universalidad a que se aspira es a la que se concentra en el corazón particular de cada lector, porque cada lector es el universo entero.
P.- Naciste en Manzanares, en plena Mancha, y pusiste los pies en Palma de Mallorca. ¿Qué relación mantienes con el pueblo que te vio nacer?
R.- Manzanares sigue siendo la luz con la que escribo; y la cercanía de mis paisanos, mi mejor alimento y mi primera referencia. Azuer se llama mi río iniciático. Y el mar que suena tras las lomas cubiertas de trigales de La Mancha, es el mar que busco siempre en cualquier mar.
P.- ¿Qué te ha dado Palma?
R.- La insularidad da cobijo, ensimismamiento, capacidad de reflexión, cercanía de lo infinito. Y mucha belleza. Mallorca, con la riqueza de sus dos lenguas, sus paisajes tan variados y su gente discreta y respetuosa, es la certidumbre de que todo lo importante depende de que lo queramos tocar, porque está ahí, esperándonos.
P.- Eres autor de una extensa obra poética, ¿cómo la resumirías?
R.- Escribir es recorrer cada día su propia distancia, y hacerlo a pasos lentos y conscientes; escribir, hablar, entender, compartir... como se respira, sin medirse con nadie, buscando en ese cada día lo que cada día tiene de domingo: su momento de sol. Y ser paciente.
P.- ¿Qué es para ti la poesía?
R.- Una forma de conocimiento particular que se entrega a medida que se va recibiendo, el regreso al sentido primero de las palabras, la desprogramación de lo procesado, digerido y dirigido con que los poderosos pretenden embaucarnos. La poesía es un peligro, porque ayuda a pensar; y quien piensa, siempre pone en riesgo a los poderosos.
P.- En tu palmarés figura un buen número de galardones, como el Premio Feria del Libro de Madrid por ‘La sal’ o el Premio San Juan de la Cruz por ‘La torre incierta’, ¿cuál falta?
R.- No hay premios que falten o que sobren; no, al menos, en mi caso. Un premio facilita la difusión de la obra, evita daños colaterales que a veces lastiman la relación con amigos editores y permite defender la propia poesía sin implicaciones adheridas o servidumbres. Pero también he publicado sin premios, y ha sido grato. La Biblioteca de Autores Manchegos, por ejemplo, ha acogido mi poesía en tres ocasiones, y José Luis Loarce, en ella, realiza una labor de muy cuidada, útil y relevante perseverancia en esta “cosa rara” que es editar poesía, y hacerlo bien.
P.- ¿Imprescindible participar en certámenes literarios para publicar en esta época en la que las editoriales se piensan mucho lo de imprimir?
R.- No, en absoluto. Existen medios para publicar a través de plataformas digitales y editoriales virtuales que difunden la obra de manera muy extendida. Tener un blog es abrirse a un mundo difícilmente alcanzable a través de la edición en papel. Aunque en mi caso exista un amor especial hacia el libro como “objeto” cultural, algo que va más allá del mero contenido de los poemas.
P.- También fuiste fundador del Aula de Poesía de Barcelona. ¿Fundamental este tipo de grupos para cultivar la, en ocasiones, tan olvidada poesía?
R.- No creo que la poesía esté olvidada; está donde tiene que estar. Es importante que el acceso a ella sea fácil. Y ahí tienen un papel importante las asociaciones culturales como el Aula que ayudé a fundar. Y quizás es preciso que la poesía cambie de forma para perpetuarse. Los festivales de polipoesía, las performances, los raperos, los cantautores... quizás están regresando al origen, cuando la poesía se transmitía desde la voz de los juglares.
P.- ¿Qué autores figuran en tu biblioteca? ¿Hay alguno manchego? ¿Qué vinculación tienes con los poetas de tu tierra o qué te gusta de ellos? ¿Con qué los identificas?
R.- Todos los poetas son mis poetas. Y la Mancha, la tierra con más cielo que existe, es buena tierra de poetas, quizás porque aquí hay pocas distracciones en el paisaje, y todo es esencialidad que invita a crecer hacia lo hondo y hacia lo alto. Me nutro de los poetas de La Mancha, de los que aquí permanecen trabajando día a día, y de los que extienden los límites de la llanura en su diáspora. Porque en ellos encuentro la respuesta a mis más difíciles preguntas.
P.- Qué ocupa tu tiempo en estos momentos?
R.- Vivir cada instante como si fuera el único. Trabajar, compartir, nutrirme de todo lo que me enriquece aproximándome a las personas: a sus inquietudes y sus sufrimientos. Y en no callarme. En no callarme ocupo mi tiempo. Y en respetar.
Noemí Velasco