XXXVI CERTAMEN DE POESÍA "BLAS INFANTE"

De la cabeza a los pies: poesía catalana para niños - España

Fuente: http://machadolens.wordpress.com/2014/12/12/de-la-cabeza-a-los-pies-poesia-catalana-para-ninos/

En materia de literatura infantil, una de las cosas que más me llamó la atención cuando llegué a Catalunya fue la importancia que se le da a la poesía para niños. La vi en librerías. La vi en las escuelas, presente desde la primera infancia.

La vi en editoriales (de las "grandes", de las transnacionales) que no suelen publicar mucha poesía en el resto de España o en América Latina. La vi muy bien publicada: cuidada en el arte de edición, cuidada en las ilustraciones. Y la leí. Y traté de traducirla al castellano como ejercicio para apropiármela, junto con el idioma.
Ahora, luego de un tiempo de dar vueltas por este país, pienso que tiene su lógica esta especial atención que dan los catalanes a la poesía para niños. Si tenemos en cuenta lo que escribía T. S. Eliot en su ensayo "Sobre la función social de la poesía", lo entenderemos con más claridad. Decía el poeta y ensayista inglés:

Es mucho más fácil pensar que sentir en un idioma extranjero. Por lo tanto, no hay arte más porfiadamente nacional que la poesía. Es posible despojar a un pueblo de su idioma, suprimírselo, e imponerle otro idioma en las escuelas; pero, a menos que se le enseñe a sentir en un idioma nuevo, el viejo no habrá sido erradicado y reaparecerá en la poesía, que es el vehículo del sentimiento.

Catalunya ha defendido su identidad nacional de manera muy fuerte en torno a la defensa del idioma. La lengua es un asunto político de primer orden en esta tierra, y una fuente de resistencia contra el centralismo castellano. No hay que olvidar que, durante el franquismo, en Catalunya se prohibió el uso del idioma catalán, que se lo persiguió y que se lo desterró de las escuelas. No hay que olvidarlo, y hay que considerar esa circunstancia para percibir, por ahí, hasta qué punto la lengua es un asunto de primer orden en lo que hace a la existencia de la nacionalidad de este pueblo "con historia".

En esa dirección, ofrecer poesía en catalán a los niños es, además de una defensa de la lengua, una vía de reafirmación nacional. En esa labor, los poetas asumen con gusto, y en el caso de la poesía catalana para niños con buen gusto, su papel primordial, el que, según Elliot, pasa por la preservación y la mejora de la lengua:

Podemos decir que sólo indirectamente el deber del poeta, como poeta, es para con su pueblo; su deber directo es para con su lengua: consiste primero en preservarla, y segundo en extenderla y mejorarla.

La poesía para niños, entonces, como una parte no menor de la poesía, es un ámbito en el que las sociedades conectan con el pasado histórico y con la continuidad a futuro de la cultura propia, porque es, también, una puerta de acceso a la lectura de la más elevada poesía de un pueblo. Siendo así, la poesía para niños es el umbral de una lengua y una historia que se quiere viva. Y sigo con Eliot:

La mayoría de las personas educadas se enorgullecen en cierta medida de los grandes autores de su lengua, aunque tal vez no los lean nunca, del mismo modo que se enorgullecen de cualquier otra distinción de su país: algunos autores se vuelven incluso lo bastante célebres como para ser nombrados de vez en cuando en los discursos políticos. Pero la mayoría de las personas no comprenden que con eso no alcanza; que, a menos que sigan produciendo grandes autores, su lengua se deteriorará, se deteriora su cultura y acaso acabe absorbida por otra más fuerte. (...) Una cuestión, por supuesto, es que si carecemos de literatura viva nos volveremos cada vez más ajenos a la literatura del pasado; a menos que mantengamos la continuidad, nuestra literatura pasada se nos volverá más y más remota hasta que nos resulte tan extraña como la de un pueblo extranjero. (...) Hasta cierto punto la poesía puede preservar, e incluso restituir, la belleza de una lengua; también puede ayudarle a desarrollarse, a ser tan sutil y precisa, en las condiciones más complicadas y para los cambiantes propósitos de la vida moderna, como lo fuera en y para una época más simple.

Leía, días atrás, a una periodista que escribía en un diario una nota sobre la actualidad de la poesía infantil catalana y explicaba que cuando ella fue a la escuela no encontró poesía, y que la que encontró no le causó ninguna impresión. Luego, cuando sus hijos comenzaron a ir a la escuela, la abundancia de poesía que llevaban a la casa, en los diferentes cursos, a partir de los 3 años, la hizo leer y reconciliarse con la poesía, que ahora busca por su cuenta más allá de los libros de poesía para niños. Así, la difusión de la poesía en la escuela trasciende al ámbito de la infancia. Los países que no hacen de la lengua una bandera, deberían, de todos modos, tomar nota sobre este tipo de experiencias, y sobre la función social que tiene, siempre, en todo lugar, la poesía.
Germán Machado