Monográficos Pedro Salinas.
PEDRO SALINAS (Madrid, 27 de noviembre de 1891 - Boston, 4 de diciembre de 1951), poeta español de la generación del 27.
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Cursó Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central. En 1914 es nombrado
profesor-lector de literatura española en la universidad de París y en el mismo año se casa.
Recibe el doctorado en 1916 y A partir de 1918 ejerció como catedrático de literatura en la universidad de Sevilla y después en la de Murcia.
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Después de efectuar viajes por casi toda Europa y el Norte de África, en el periodo del 1921-23 es catedrático visitante en Cambridge University, Juan Ramón Jiménez publica el primer libro de Salinas de poesía (presagios) en 1924 y su primer libro de prosa (víspera del gozo) en 1926 por la revista occidente bajo la dirección de Ortega y Gasset. Entre 1928 y 1936 vive en Madrid donde se asocia al grupo de investigadores reunidos por Menéndez Pidal en el centro de estudios históricos.
En su calidad de director de la nueva sección de literatura contemporánea funda en 1932 la revista índice.
En 1933 inaugura la universidad internacional de verano en Santander. Salinas la dirige admirablemente como secretario general. El propósito de la universidad era atender las necesidades espirituales del momento sin propósitos inmediatos útiles.
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En 1936 Salinas va a Wellesley College en los Estados Unidos como profesor visitante, nunca regresa a España, recorre el vasto nuevo mundo dando cursos y conferencias.
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Fue un crítico finísimo y vivió con profundidad las inquietudes creadoras de su generación, a pesar de no haber desarrollado actividades políticas se exilio en la guerra.
Murió en Boston, y allí esta enterrado, en 1951.
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POÉTICA
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Decia Salinas que > quiere esto decir que la poesía para el será un modo de conocimiento de realidades profundas, una forma profunda de acceso a la realidad, a su esencia. >ahí están los tres elementos básicos de su obra.
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La referencia al ingenio merece ser comentada en Salinas, el sentimiento y la inteligencia se hermanan de manera singular, el ingenio le permite ahondar en los sentimientos, en las experiencias humanas para descubrir lo que hay más allá de las anécdotas concretas, es decir para acercarse a lo absoluto.
De esto deriva la principal característica de su arte el conceptismo interior, es decir una agudeza y arte de ingenio que se manifiestan en paradojas observaciones insólitas, sutiles juegos de ideas, condensación de conceptos, etc.
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Son recursos para hacer que el lenguaje se pliegue a esa empresa suya de ahondamiento humano.
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Su métrica es en cambio de apariencia sencilla prefiere los versos cortos, la estructura de silva pero renuncia casi siempre a la rima. Sin embargo se trata de versos rigurosamente trabajados en donde las palabras se sitúan con meditada exactitud. Por su apariencia austera, Lorca llamo prosias a los poemas de salinas.
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Entre 1923-31 publica Salinas sus primeros libros: "Presagios", "Seguro azar", "Fábula y signo". También pública en 1925 su versión del "poema del Cid en romance moderno.
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Se inscriben en la poesía pura bajo el influjo predominante de Juan ramón Jiménez. En ellos es donde aparecen a veces temas emparentados con el futurismo. La electricidad, la maquina, el radiador de calefacción.... pero ya en esos poemas sabe encontrar un sentido profundo, oculto en los objetos.
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Tras estos comienzos vienen sus dos grandes obras maestras "La voz a ti debida" (1933) y "Razón de amor" (1936), ambas confieren a Salinas su talla de gran poeta del amor. En efecto pocos le igualaron en sutilezas con las que supo ahondar en el sentimiento amoroso.
Una vez más trascienden las puras anécdotas para encontrar la quintaesencia más gozosa de las relaciones amorosas. Desde una posición claramente antirromántica el amor es en vez de sufrimiento una prodigiosa fuerza que da plenitud a la vida y sentido al mundo. Es enriquecimiento del propio ser y enriquecimiento de la persona amada. Es un acontecimiento jubiloso el amor hace amar la vida decir, si al mundo.
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Solo en el segundo libro "Razón de amor" aparece a veces un tono mas grave en ciertos poemas que hablan de los limites del amor y de su posible final.
Tras la guerra Salinas publico dos libros de poemas en América, "El contemplado" (1946) y "Todo mas claro" (1949) seguido de otro de aparición póstuma: "Confianza" (1954) en ellos su fe a la vida lucha con los signos angustiosos que ve a su alrededor. De esta última etapa se destaca el impresionante poema "Cero " suscitado por la destrucción atómica así se incorpora Salinas a la poesía que se hace eco de las angustias del siglo XX.
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Escribió Salinas algunas narraciones y obras teatrales. Entre las primeras destacan los relatos breves de prosa poética recogidos en "Víspera del gozo" (1926) y la novela "La bomba increíble" (1950), otra muestra de su inquietud ante los horrores de nuestro siglo.
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Como autor teatral merecería ser reconocido, solo se ha representado por teatros de cámara, es notable la agudeza y poesía que poseen piezas como: "la cabeza de medusa", "la estratosfera", "ella y sus fuentes"...
Además de las obras teatrales, es también autor del volumen de cuentos "El desnudo
impecable" (1951) y prologó y editó las "poesías" de Meléndez Valdés y tradujo a Proust y Montherlant (Los bestiarios).
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Mención especial requiere su labor como critico. Su vocación de enseñanza y su finísima sensibilidad se muestra en libros magistrales sobre Manrique (Jorge Manrique o tradición y originalidad, 1947) o Rubén Darío (La poesía de Rubén Darío, 1947), así como en sus trabajos recogidos bajo el título: "Ensayos de literatura hispánica".
De especial interés es su libro: "Literatura española: siglo xx".
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Toda su obra critica asombra por la magistral agudeza interpretativa son inolvidables entre tantas otras sus paginas sobre el poema del Mio Cid, sobre el pícaro, sobre el modernismo y el 98, sobre Valle Inclan, sobre su entrañable amigo Jorge Guillen...
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La poesía alcanza en Salinas calidades muy altas. Ingenio, belleza, sí, pero en definitiva lo que mas nos importa es su autenticidad.
Por debajo de su perfección se aprecia siempre una cálida sensibilidad humana. Y, por encima de todo, Salinas queda como el gran poeta del amor, dentro de la generación del 27.
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ETAPAS
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La obra poética de Salinas suele dividirse en tres etapas: inicial, de plenitud y del exilio.
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Etapa inicial (1923-31). Está marcada por la influencia de la poesía pura de Juan Ramón. La idea de la depuración y perfección poéticas y el protagonismo que van cobrando en ella los temas amorosos perfilan lo que será su etapa de plenitud. Pertenecen a esta etapa Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931).
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La etapa de plenitud (1933-39) está formada por la trilogía amorosa La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. La voz a ti debida (1933) presenta la historia de una pasión amorosa, desde su nacimiento hasta el final. Razón de amor (1936) examina lo que queda del amor cuando éste acaba. La pasión y el dolor de la separación son, por lo tanto, los temas centrales del libro. Largo lamento (1939) continúa la línea marcada en las obras anteriores.
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La etapa del exilio (1940-51) está formada por El contemplado (1946), extenso poema en que dialoga con el mar de San Juan de Puerto Rico; Todo más claro y otros poemas (1949), donde trata el tema de la creación a través de la palabra, y su obra póstuma Confianza (1955), afirmación gozosa de la realidad vivida.
Fuentes:
www.amediavoz.com
enciclopedia.us.es
PRESAGIOS
*
Anoche se me ha perdido
en la arena de la playa
un recuerdo
dorado, viejo y menudo
como un granito de arena.
¡ Paciencia ! La noches es corta.
Iré a buscarlo mañana...
Pero tengo miedo de esos
remolinos nocherniegos
que se llevan en su grupa
-¡ Dios sabe adónde !- la arena
menudita de la playa.
*
Pedro Salinas
-
AHORA TE QUIERO
-
Ahora te quiero,
como el mar quiere a su agua:
desde fuera, por arriba,
haciéndose sin parar
con ella tormentas, fugas,
albergues, descansos, calmas.
¡Qué frenesíes, quererte!
¡Qué entusiasmo de olas altas,
y qué desmayos de espuma
van y vienen! Un tropel
de formas, hechas, deshechas,
galopan desmelenadas.
Pero detrás de sus flancos
está soñándose un sueño
de otra forma más profunda
de querer, que está allá abajo:
de no ser ya movimiento,
de acabar este vaivén,
este ir y venir, de cielos
a abismos, de hallar por fin
la inmóvil flor sin otoño
de un quererse quieto, quieto.
Más allá de ola y espuma
el querer busca su fondo.
Esta hondura donde el mar
hizo la paz con su agua
y están queriéndose ya
sin signo, sin movimiento.
Amor
tan sepultado en su ser,
tan entregado, tan quieto,
que nuestro querer en vida
se sintiese
seguro de no acabar
cuando terminan los besos,
las miradas, las señales.
Tan cierto de no morir,
como está
el gran amor de los muertos.
-
-fin Pedro Salinas
–La dedicó a Katherine Whitmore, su gran amor.
EN ANSIAS INFLAMADA
(Pedro Salinas)
¡Tinieblas, más tinieblas!
Solo claro el afán.
No hay más luz que la luz
que se quiere, el final.
Nubes y nubes llegan
creciendo oscuridad.
Lo azul, allí, radiante,
estaba, ya no está.
Se marchó de los ojos,
vive sólo en la fe
de un azul que hay detrás.
Avanzar en tinieblas,
claridades buscar
a ciegas. ¡Qué difícil!
Pero el hallazgo, así,
valdría mucho más.
¿Será hoy, mañana, nunca?
¿Será yo el que la encuentre
o ella me encontrará?
¿Nos buscamos o busca
sólo mi soledad?
Retumban las preguntas
y los ecos contestan:
"Azar, azar, azar."
¡Y ya no hay que arredrarse:
ya es donación la vida,
es entrega total
a la busca del signo
que la flor ni la piedra
nos quieren entregar!
¡Tensión del ser completo!
¡Totalidad! Igual
al gran amor en colmo
buscando claridad
a través del misterio
nunca bastante claro
por desnudo que esté,
de la carne mortal.
FIN
–como veis el verso es corto con poemas largos pero siempre eligiendo cada palabra
–eligiendo como siempre de forma maravillosa
–la palabra es muy importante en Salinas
–va 6 -7 RojoLuna?
–va
–no lo había visto nunca
–cueilan, la palabra como concepto general
-«Sari» Salinas es un poeta profundo y estrudioso
–sin embargo hay que aprender algo de él aún mas importante, que la rima no es esencial en poesía
–no, es cierto
–y menos en los tiempos que corren
–en sus poemas hay rimas diseminadas casi siempre
–gracias por esos comentarios tan enriquecedores
... ...
PENSAR EN TÍ ESTA NOCHE
Pensar en ti esta noche
no era pensarte con mi pensamiento,
yo solo, desde mí. Te iba pensando
conmigo extensamente, el ancho mundo.
El gran sueño del campo, las estrellas,
callado el mar, las hierbas invisibles,
sólo presentes en perfumes secos,
todo,
de Aldebarán al grillo te pensaba.
¡Qué sosegadamente
se hacía la concordia
entre las piedras, los luceros,
el agua muda, la arboleda trémula,
todo lo inanimado,
y el alma mía
dedicándolo a ti! Todo acudía
dócil a mi llamada, a tu servicio,
ascendido a intención y a fuerza amante.
Concurrían las luces y las sombras
a la luz de quererte; concurrían
el gran silencio, por la tierra, plano,
suaves voces de nube, por el cielo,
al cántico hacia ti que en mí cantaba.
Una conformidad de mundo y ser,
de afán y tiempo, inverosímil tregua,
se entraba en mí, como la dicha entra
cuando llega sin prisa, beso a beso.
Y casi
dejé de amarte por amarte más,
en más que en mí, confiando inmensamente
ese empleo de amar a la gran noche
errante por el tiempo y ya cargada
de misión, misionera
de un amor vuelto estrellas, calma, mundo,
salvado ya del miedo
al cadáver que queda si se olvida.
Pedro Salinas.
–al cadáver que queda si se olvida. qué cierto es eso!
LA VOZ A TI DEBIDA
(Pedro Salinas)
S¡, ¡todo con exceso!
¡La luz, la vida, el mar!
Plural, todo plural,
luces, vidas y mares.
A subir, a ascender
de docenas a cientos,
de cientos a millar,
en una jubilosa
repetición sin fin,
de tu amor, unidad.
Tablas, plumas y máquinas
todo a multiplicar,
caricia por caricia
abrazo por volcán.
Hay que cansar los números.
Que cuenten sin parar,
que se embriaguen contando,
y que no sepan ya
cuál de ellos ser el último;
¡qué vivir sin final!
Que un gran tropel de ceros
asalte nuestras dichas
esbeltas, al pasar,
y las lleve a su cima.
Que se rompan las cifras,
sin poder calcular
ni el tiempo, ni los besos.
Y al otro lado ya
de cómputos, de sinos,
entregarnos a ciegas
-¡exceso, qué penúltimo!-,
a un gran fondo azaroso
que irresistiblemente
está
cantándonos a gritos
fúlgidos de futuro:
"Eso no es nada aún.
Buscaos bien, hay más."
FIN
–Se relaciona este poema con ´´Salvación de la primavera´´ de Guillén
–su mejor libro sin lugar a dudas
–Sí
–me gustaría que alguien a lo largo de la noche pusiera "Cero" un gran poema de corte social habla de la bomba atómica y para aquel entonces ya vivía en América
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¿POR QUÉ TE ENTREGAS TAN PRONTO?
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¿Por qué te entregas tan pronto?
( ¡Nostalgia de resistencias
y de porfías robadas! )
Lo que era noche es de día
bruscamente, cual si a Dios,
autor de luz y tiniebla,
se le olvidara el crepúsculo
de las dulces rendiciones.
Cierro brazos, tú los abres.
Huyo. Y me esperas allí
en ese refugio mismo
donde de ti me escondía.
¡Facilidad, mala novia!
¡Pero me quería tanto...!
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----------------- Pedro Salinas
-
AYER TE BESÉ EN LOS LABIOS...
-
Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada ya,
para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
-¿Adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
-
-fin Pedro Salinas
–Nos recuerda a Shelley, Quevedo y Guillén este poema. Lucha por la eternidad de lo momentáneo.
CERO (1ª Parte) .
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Invitación al llanto. Esto es un llanto,
ojos, sin fin, llorando,
escombrera adelante, por las ruinas
de innumerables días.
Ruinas que esparce un cero - autor de nadas,
obra del hombre -, un cero, cuando estalla.
Cayó ciega. La soltó,
la soltaron, a seis mil
metros de altura, a las cuatro.
¿Hay ojos que le distingan
a la tierra sus primores
desde tan alto?
¿Mundo feliz? ¿Tramas, vidas,
que se destejen,
mariposas, hombres, tigres,
amándose y desamándose?
No. Geometría, abstractos
colores sin habitantes,
embute liso de atlas.
Cientos de dedos del viento
una tras otra pasaban
las hojas
- márgenes de nubes blancas -
de las tierras de la tierra,
vuelta cuaderno de mapas.
Y a un mapa distante ¿quién
le tiene lástima? Lástima
da una pompa de jabón
irisada, que se quiebra;
o en la arena de la playa
un crujido, un caracol
roto
sin querer, con la pisada.
Pero esa altura tan alta
que ya no la quieren pájaros,
le ciega al querer su causa
con mil aires transparentes.
Invisibles se le vuelven
al mundo delgadas gracias:
la azucena y sus estambres,
colibríes y sus alas,
las venas que van y vienen,
en tierno azul dibujadas,
por un pecho de doncella.
¿Quién va a quererlas
si no se las ve de cerca?
Él hizo su obligación:
lo que desde veinte esferas
instrumentos ordenaban,
exactamente: soltarla
al momento justo.
Nada.
Al principio
no vio casi nada. Una
mancha, creciendo despacio,
blanca, más blanca, ya cándida.
¿Arrebañados corderos?
¿Vedijas, copos de lana?
Eso sería…
¡Qué peso se le quitaba!
Eso sería: una imagen
que regresa.
Veinte años, atrás, un niño.
Él era un niño - allá atrás -
que en estíos campesinos
con los corderos jugaba
por el pastizal. Carreras,
topadas, risas, caídas
de bruces sobre la grama,
tan reciente de rocío
que la alegría del mundo
al verse otra vez tan claro,
le refrescaba la cara.
Sí; esas blancuras de ahora
allá abajo
en vellones dilatadas,
no pueden ser nada malo:
rebaños y más rebaños
serenísimos que pastan
en ancho mapa de tréboles.
Nada malo. Ecos redondos
de aquella inocencia doble
veinte años atrás: infancia
triscando con el cordero
y retozos celestiales,
del sol niño con las nubes
que empuja, pastora, el alba.
Mientras,
detrás de tanta blancura
en la tierra - no era mapa -
en donde el cero cayó,
el gran desastre empezaba.
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Pedro Salinas
–gracias pedí este poema por una razón, aunque Salinas ahonda su raíces primeras en Juan Ramón y mas tarde aborda una sublime poesía de amor al final se preocupa de su entorno del hombre y sus circunstancias como prácticamente hace toda la Generación del 27
–del yo al nosotros, es la evolución de casi todos los del 27
–sí bien resumido cinta^^ ...
...
...
LA VOZ A TI DEBIDA
Versos 1449 a 1470
Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras.
Pedro Salinas.
–Verhaeren, San juan de la Cruz, Juan Ramón...usan parecidas imaágenes.
EL POEMA
Y ahora, aquí está frente a mí.
Tantas luchas que ha costado,
tantos afanes en vela,
tantos bordes de fracaso
juento a este esplendor sereno
ya son nada, se olvidaron.
Él queda, y en él, el mundo,
la rosa, la piedra, el pájaro,
aquellos, los que al principio,
de este final asombrados.
¡Tan claro que se veían,
y aún se podía aclararlos!
Están mejor; una luz
que el sol no sabe, unos rayos
los iluminan, sin noche,
para siempre revelados.
Las claridades de ahora
lucen más que las de mayo.
Si allí estaban, ahora aquí;
a más transparencia alzados.
¡Qué naturales parecen,
qué sencillo, el gran milagro!
En esta luz del poema,
todo, desde el más nocturno beso
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro.
de:(Todo más claro y otros poemas)
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Pedro Salinas Serrano -
N. Madrid (1891) M.Boston (1951)
–Como broche final una dedicatoria a pedro salinas
ADIÓS A PEDRO SALINAS
El cielo se serena
Salinas cuando suena
Cantan los verbos en vacaciones
jaculatorias y conjugaciones
Yo seré tú serás él será
La imagen de ayer mañana volverá
La imagen duplica el presagio
¿Rezas cuando truena el trisagio?
El mundo se envenena
Salinas cuando no suena
La música más extremada
es el silencio de la boca amada
Amar amar y siempre amar
haber amado haber de amar
Y de la media de la abuela
caen las onzas oliendo a canela
El cielo se enrojece
Salinas cuando te mece
Era tu reino el del rubor
Tanta hermosura alrededor
Rosa y azul azul y rosa
Cuidado que no se te rompa
Y por tus ojos la borrasca
y la ventisca y el miedo a las hadas
El cielo se aceituna
Salinas cuando te acuna
¿No habéis visto en flor el olivo?
Sí no sí no azar del subjuntivo
¿Nunca visteis el otoño del ciervo
no habéis sabido deshojar un verbo?
Llega diciembre y llora el roble
y el cocotero de Puertopobre
El mundo se espanta
Salinas cuando no canta
Cantan los verbos en la escuela
Redondo está el cielo a toda vela
¿Pedro Salinas Serrano? Falta
Y los niños de pronto se callan
Unos en otros buscan amparo
Todo más claro mucho más claro
El cielo quiere quererme
Salinas cuando te duerme
Gerardo Diego, 1952