Fuente: http://www.diariodecuba.com/de-leer/1427954079_13655.html
Me pregunto qué se puede decir de un poemario escrito por un "hombre condenado en su poema", donde la voluntad se doblega en el paisaje interior, rural o urbano —siempre interior—; qué se puede esperar de un libro que no traspasa las fronteras más que para que el dolor tenga sentido.