El año 1998, cuando se cumplían cien años del nacimiento de Antonio Ávila Jiménez, intenté escribir un comentario crítico sobre su poesía. He recordado esto al buscar en archivos pasados algo escrito al respecto de su vida y obra, ahora que se cumple otro año relacionado con este importante poeta nacional, en mi opinión no suficientemente valorado por la crítica especializada. Porque este 2015 se cumplen 50 años de su muerte, ocurrida en 1965 en la Casa del poeta, sita en Poto Poto (actualmente Miraflores), adonde se había trasladado en 1958, creo que con su mujer, la celebrada Hilda Mundy.