Rojas Larrazabal Carmen
Venezuela
Lecturas: 75


Flor Dormida

Oh Tierra de rostros idos,

arrullada entre sonrisas

de silencio, sorprendida,

con miradas sin destino.

Oh madre de ignota huella

en mi día interminable

en mi sombra, sin hallarte

eres luz de las ausencias.

Soy el breve jardinero

De tu adiós y de tu historia,

de la sagrada derrota

que arrancaron de tu pecho.

La niña de tu jardín,

en Darfur o Palestina,

en tu América descalza

que persigue su alegría,

te riega de soledad

las ausencias compartidas,

y hasta en lágrimas le escribe

las espinas al rosal.

Hay una fosa común

que reclama tu tristeza

busca un nombre y una flor,

trashumantes de tus penas.

Todos venimos llorando

hasta esa herida en la tierra

que desangra nuestro duelo

bajo una sola tormenta.

Nuestro único reclamo

es quedarnos junto a ellas,

junto a la flor y a la herida

aunque aún no se despiertan.

Hoy te llamo en claroscuro

en susurros clandestinos,

mutilando tus segundos

con relojes malheridos.

Yo se que tan solo duerme

esa flor, de paz sedienta,

la recuerdo claramente

corriendo tras sus colores

amanecida en retoños

a orillas del horizonte.

Son colores, para el mundo

pequeñas flores de paz,

para el humilde jardín

que aún no logra despertar.

Rojas Larrazabal Carmen

Subir