El joven poeta rinde homenaje a la literatura nicaragüense en su cuarto poemario ‘Esta será mi venganza’.
“Dicen que Nicaragua es el país con más poetas por kilómetro cuadrado. Allí, junto al boxeo, la poesía es deporte nacional y es raro encontrar un nicaragüense que no se sepa un verso de Rubén Darío”.
“Hasta los perros escuchan poesía” en los encuentros que se hacen en la calle y se utiliza incluso como un saludo el término ‘poeta’. Vas caminando y “te dicen ‘qué pasa poeta’, en lugar de ‘qué pasa tío o brother”, apreció William Alexander González Guevara, que habló este viernes en un encuentro con Alianza Litterae en el Museo Elisa Cendrero de su último poemario, el cuarto, ‘Esta será mi venganza’, en el que, valiéndose para el título de una frase de un epigrama del poeta Ernesto Cardenal, realiza un recorrido por la literatura nicaragüense “desde Rubén Darío, el príncipe de las letras castellanas y creador del modernismo hasta uno de los poetas más representativos actualmente, Carlos Fonseca Grigsby, un autor que para mí es de lo mejor que tiene la literatura joven nicaragüense”.
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En Nicaragua, “la poesía es intocable y sobre todo una figura: Darío, es como Maradona en Argentina”, comparó el joven escritor de 24 años, natural de Managua y que vive desde los once años en España, hasta donde se trasladó junto a sus hermanas para reunirse con su madre.
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González Guevara, que se siente español lorquiano y nicaragüense dariano, llevó a las páginas de su poemario de debut en 2022, ‘Los Nadies’, la marginalidad de barrios como en el que creció, el madrileño de Carabanchel Alto, donde “sólo llegan charlas sobre la no violencia y el tema de combatir las drogas que está muy bien, pero no la literatura y la cultura”.En su segunda entrega, ‘Me duele respirar’, de 2023, denuncio “la situación dictatorial en Nicaragua” y, especialmente, las protestas de estudiantes de 2018 en las que asesinaron a algunos de sus amigos, lo que convirtió este poemario en “un libro incómodo para la dictadura de Ortega”, quien participó en derribar la dictadura de Somoza para convertirse luego él en “un nuevo dictador, atreviéndose a cosas que no se atrevió Somoza como quitar nacionalidades como, por ejemplo, a los escritores Gioconda Belli y Sergio Ramírez”.
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También en 2023, González Guevara, que ultima el doble grado de Periodismo y Filología, publicó ‘Inmigrantes de segunda’, en el que visibiliza a otras “voces apagadas”, olvidadas, como las empleadas de hogar, entre ellas su madre, que se “desgastan” por sus hijos. Fue el primer escritor centroamericano en conseguir con este poemario el Premio Hiperión, dando visibilidad a este galardón en Latinoamérica y contribuyendo con ello a ampliar el diálogo trasatlántico ya que al otro lado del charco “no se lee mucho a poetas españoles y los españoles no leen a poetas jóvenes latinoamericanos”.
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Desde el periodismo y la poesía, intenta ampliar ese diálogo, a menudo acaparado por gente “poderosa que siempre invita a sus amigos a los mismos festivales”, comentó el creador de una poesía comprometida cívica y socialmente y que recomendaría en poesía nicaragüense a Claribel Alegría, Daisy Zamora, Carlos Fonseca Grigsby y Andrés Moreira, así como Fátima Villalta en cuento, mientras que de España cita a una joven poeta “bastante potente” como Marina Casado, además de leer a Las Sinsombrero de la Generación del 27, Lorca, Biedma y Manuel Vilas.
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Por A. Ruiz