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Versos itinerantes en dos colecciones de poesía en formato bilingüe - Estados Unidos

Fuente: http://www.holaciudad.com/vida_y_estilo/Versos-itinerantes-colecciones-formato-bilingue_0_924207748.html

Dos colecciones de poesía recién publicadas en Estados Unidos en formato bilingüe destacan el rol de la traducción en la creación de significado.

Se trata de "Diálogos conmigo y mis otros", del peruano Isaac Goldemberg, y "Todos somos Whitman", del argentino Luis Alberto Ambroggio, poemarios de temática universal que reflejan el paisaje americano a través del lente del poeta inmigrante.

Publicados previamente en español, ambos volúmenes amplían el universo interpretativo de sus textos gracias a las traducciones contiguas.

Tanto Goldemberg como Ambroggio han residido en EE.UU. desde la década de los años 60, pero ambos mantienen el español para su labor creativa.

Es, sin embargo, un idioma enriquecido por lecturas y vivencias en otros idiomas y quizás también por ser utilizado en la reclusión del exilio.

"Diálogos" (Cardboard House Press) se inicia con una cita del filósofo alemán Theodor Adorno: "Quien no tiene patria, encuentra en la escritura un lugar para vivir", anunciando el carácter diaspórico e itinerante de la obra.

Como el prefacio mismo, cada poema está encabezado por una cita breve que sirve de base a la reflexión poética que le sigue.

"Estos poemas son el diálogo que ellos sostienen con los epígrafes y estos epígrafes son el diálogo que ellos sostienen con los poemas. Pero sin saberlo", escribe Goldemberg.

Los poemas recorren el universo del poeta: Cuzco, Nueva York, Jerusalén, el arte, los libros, la Shoá y el recuerdo.

El poema "Nueva York" lleva un epígrafe del escritor estadounidense Paul Auster en el que se describe la ciudad como "un laberinto de pasos interminables" que da la sensación de estar perdido dentro y fuera de uno mismo.

El poema se inicia y concluye con el verso "sin la firmeza de la tierra", que podría aludir tanto a la inestabilidad del inmigrante como al entorno vertical neoyorquino.

Sin embargo, el tono del poema y de la colección en general es universal, casi bíblico. Después de la caída, sugiere, se nos ha condenado al exilio perpetuo.

La traducción del volumen, a cargo de Jonathan Titler, resulta iluminadora, pues complementa el texto original y amplía el alcance del diálogo propuesto por Goldemberg.

Resultan un tanto irónicos y bastante acertados los versos de "Traductores y poetas", poema en el cual Goldemberg reflexiona sobre el arte de la traducción como creación: "el poema traducido es original en el idioma de la traducción. Los traductores de poesía, buenos o malos, gústeles o no, también son poetas".

Los versos de Goldemberg encuentran eco en la colección de Ambroggio "Todos somos Whitman" (Arte Público Press).

El texto juega con el concepto de traducción-creación, ya que fue inspirado por los versos del gran poeta estadounidense y las muchas traducciones que Ambroggio mismo consultó, por el proceso de traducción y escritura.

Según Ambroggio, esta serie de poemas nació tras traducir al español 104 ensayos sobre "Canto de mí mismo" por encargo de la Universidad de Iowa.

Los poemas de Ambroggio reflejan el sujeto itinerante, el lenguaje escueto y la inmediatez de las imágenes que asociamos con la obra de Whitman, pero renovados por el lente interpretativo del poeta inmigrante que se traduce continuamente.

En el prólogo se aclara que la colección "aflora de la primicia whitmaniana de que no hay periferia: los textos nunca se cierran, se reescriben, se recrean y todos configuramos el centro y el original".

La traducción de los poemas al inglés estuvo a cargo de Brett Alan Sanders, quien explica el arduo proceso en una nota introductoria.

Sanders se pregunta cómo abordar la traducción de un texto que se nutre de versos que a su vez han sido traducidos.

"¿Qué hacer con los pasajes más largos, originalmente traducidos al español por León Felipe, prominentemente, y también por una variedad de traductores desde Borges hasta el mismo Ambroggio?"

La opción más provocadora era reimaginar el texto de Whitman retraduciendo al inglés los versos traducidos.

"Al fin concluí que era la sintaxis desigual de Whitman que dejaba, por acá y allá, una nota discordante, mientras que en el libro de Ambroggio su propia voz armoniza más felizmente con la voz combinada de los traductores de Whitman", escribe Sanders.

En los poemas de Ambroggio resuena el espíritu de renovación de Whitman, eco de la naturaleza poderosa de su entorno.

Todo está conectado en estos versos, como afirma en el poema "Empatía": "quiero conectar una cosa con otra en la conjunción Florida, en el aire libre, 'el pañuelo de Dios' que bordamos en el camino, el arrullo minucioso de sus hilos que configuran mi Yo, que eres tú, que somos el nosotros del canto que conmemoro y nos inspira".
(EFEUSA)