Ricardo Ramírez Requena (Ciudad Bolívar, 1976) se dio cuenta en una de las tantas elecciones de Venezuela de que mucha gente que solía ver en la cola se convirtió en ausencia.
Experiencias personales, literarias y testimoniales sobre las diferentes formas de partida motivaron la escritura de Maneras de irse (Editorial Ígneo), un poemario en el que se explora en la pérdida, la migración, la despedida, el regreso.
El libro de Ramírez Requena hace referencia al tránsito. Escribir para desplazarse, para moverse a otros mundos. "La literatura es una forma de viaje. Por eso es un gran refugio. Y ya no erudito sino que busca entretener y que lleva a vivir experiencias maravillosas", dijo el escritor venezolano, que obtuvo una mención en el I Premio de Poesía Eugenio Mendoza en 2011 con el libro, que entonces se titulaba Insilios.
Una lectura de Alexis Romero le hizo ver que el poemario debía llamarse Maneras de irse. La obra se formó poco a poco, a medida que surgían los textos a lo largo de los años. Hay poemas que fueron escritos hace ya más de una década. "Hubo muchas versiones, hasta que al final Willy Mckey me ayudó a entender el concepto. Cuando lo comprendí, pude armarlo. Eso me llevó tiempo. Al principio, era muy transgenérico. Tenía muchas páginas en prosa. Decidí limpiarlo de esos textos que eran más cercanos al cuento que a la poesía".
Las muertes de las amigas de una madre, las ciudades recorridas, la Caracas de los años 90, los amores que ya no están. Los poemas de Ramírez Requena tienen una anécdota. "La poesía, de Baudelaire hasta hoy, está contaminada de prosa, de un ánimo de contar. No me gusta la poesía que no se entienda. Debe entenderse, comunicarle algo al lector. Así sea difícil o densa. Me interesa un interlocutor con quien dialogar. Los barroquismos, los gongorismos me cuestan un poco. Creo que los tiempos de los soliloquios, de esa poesía que sólo el que la escribe la comprende, pasaron de moda, quedaron atrás".
La influencia de la narrativa se nota en la obra del autor. Ramírez Requena también tiene algunos relatos que fueron premiados en concursos locales (el de la Policlínica Metropolitana para Autores Jóvenes o en la Semana de la Nueva Narrativa Urbana, por ejemplo). Claro que la poesía siempre fue primero, antes que el cuento. "A mí me interesan más otras formas de la prosa. El diario, el aforismo, la crónica. Me gustan mucho los géneros menores. Hay que tratar de elevarlos", agregó el bolivarense, que ganó el Premio Transgenérico de la Cultura Urbana 2014.
Ricardo Ramírez Requena ya trabaja en un nuevo poemario. El tema principal será el béisbol. "Ese deporte, para mí, es un universo emocional importante: están mis amigos, mis padres, mi niñez. También me interesa mostrar su lado humano, que es el fracaso. Creo que el béisbol es uno de los poco espacios que permanecen puros entre nosotros. Es uno de los pocos lugares donde podemos respirar todavía, uno de los menos politizados que tenemos".
DANIEL FERMÍN