Fuente: revistaenie.clarin.com/
La poesía japonesa conocida como haiku es una suerte de poema breve en tres versos, el primero de cinco sílabas, el segundo de siete y el último de cinco. Ahora bien, los escritores Fernando Figueras y José María Marcos, se han tomado la libertad de modificar esa métrica, proponiendo una propia y muy particular en el libro Haikus Bilardo (Muerde muertos).
En el libro, ilustrado por Matías Berneman, se narra la participación argentina en los Mundiales de fútbol de México 86 e Italia 90, pero en formato de haiku, sólo que la métrica de los mismos es tres, cinco y dos. “Acorde a la manera que el técnico Carlos Salvador Bilardo inventó para organizar –por primera vez en la historia– un equipo de fútbol con tres defensores, cinco mediocampistas y dos delanteros”. Lo que sería algo así como la formación de Bilardo hecha poesía. “La utilización de la forma bilardina en el haiku se nos figuró como un modo de celebrar la mezcla de austeridad, cálculo y mística de los equipos del entrenador”, comentan Figueras y Marcos en el prólogo.
En mayo, Haikus Bilardo se presentó en el marco del Festival Azabache de Literatura policial y negra, en Mar del Plata. Con tanto clima mundialista y con una hinchada que acaricia la idea de repetir en Brasil la hazaña de México, el libro coronó el cierre del Festival.
Los haikus de Figueras y Marcos relatan uno a uno los partidos que disputó la Selección en el 86 y el 90, y suma, luego, pequeños fragmentos de crónicas periodísticas. Así relata la final en México contra Alemania: “Celestes,/verdes, delirio,/gritos.” “Azteca,/cancha jamás/ nunca.” “Equipo/de Rummenigge,/duro.” “Un centro/de Burru, ¡gol/Tata!” “Enrique/ Diego, Valdano/ brillo.” “Dos centros/ dos goles verdes,/ llanto.” “El sueño/ se desvanece/Diego.” “¿Por qué/ nos dejaste, oh/ padre.” “Que se / agriete el mar/ rojo.” “¡La magia/ de Dios y un gol/ Burru!” “Equipo/ campeón del/ mundo.” “¡Bilardo,/ Argentina, oh/ haikus!”
En el final del libro, el capítulo “Tod@s tenemos algo que decir” reúne textos de escritores, músicos, periodistas, cineastas y artistas aportan pequeños recuerdos y vivencias de los Mundiales. “Después del 78, y la desdicha de haber cantado mientras otros sangraban, ningún mundial será solamente una fiesta”, dice Liliana Bodoc. Por su parte el ilustrador Iñaqui Echeverría rememora el partido contra Inglaterra, en México, que vivió siendo chico, durante un viaje de larga distancia en colectivo, atento a los comentarios de los pasajeros que llevaban radio.
Menciona la polémica que desató el gol de Maradona, con la mano, y cómo el conductor la clausuró diciendo: “¡Fue gol! Con o sin la mano, fue gol. Ganamos 2 a 0. Y al que no le guste, puede bajarse del colectivo en este momento. ¿Estamos?”.
Sólo una muestra, Haikus Bilardo es una pieza extraña, si se quiere. Pertenece a la colección Ni muerde ni muertos, de la editorial Muerde muertos de literatura fantástica, de terror y erótica. Pero no perteneces a ninguno de esos géneros. Es en la ruptura con el haiku tradicional, con la poesía y también un poco con ciertos códigos futboleros que el libro encuentra su mejor definición.