Fuente: http://www.siempre.com.mx/2016/01/libros-destacados-del-ano-2015/
El panorama editorial en México durante 2015 se vislumbró positivamente. Sí hay lectores en nuestro país. Muchos jóvenes están acercándose a la literatura. Las editoriales independientes constituyen un reto para los grandes consorcios transnacionales dentro del mercado nacional del libro.
La pasada XXIX edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara corroboró el interés manifiesto por la lectura de los mexicanos, sobre todo los jóvenes. La FIL tuvo un saldo de casi 800 mil visitantes.
Presentamos un balance de los libros más destacados durante este 2015. No hay una tipificación ni tampoco intentamos cifrar un Top Ten. Estos son los libros que, a nuestros criterio, han marcados pautas por su calidad y propuesta en este año que concluye. Todo listado es incompleto. Toda categorización es parcial. Aquí van los títulos que consideramos axiomáticos en 2015.
El Reino, de Emmanuel Carrère. Editorial Anagrama (Premio Le Monde). Género: Novela, ensayo, crónica, autoficción. Un texto sedicioso en el que el autor de Limónov entrecruza vivencias personales con la historia de Pablo el Converso y Lucas el Evangelista. Exploración sobre el cristianismo desde una mirada contemporánea cifrada por la perplejidad y la duda.
Cámara Nupcial, de Jorge Esquinca. Ediciones Era. Género: Poesía. Indagación por el cosmos enigmático de la poeta estadounidense Emily Dickinson (1830-1886). Un poemario marcado por una sed untada de fluctuaciones bachianas.
La Oculta, de Hector Abad Faciolince. Editorial Alfaguara. Género: Novela. Crónica de una familia tradicional colombiana y, asimismo, las mudanzas emocionales de sus integrantes. Tres voces que convergen en un entramado de desasosiego y búsqueda. Otro sorprendente texto del autor de El olvido que seremos.
Diarios 1945-1985, de Salvador Elizondo. Prólogo, selección y notas de Paulina Lavista. Editorial: Fondo de Cultura Económica. Género: Diario. Cuarenta años de apuntes y reflexiones del autor de Farabeuf. Los Cuadernos de Elsinore; el joven estudiante de preparatoria en Canadá; pintura, cine, literatura; el oficio de escribir; Joyce como obsesión; el grafógrafo... Espléndida bitácora íntima de uno de los más enigmáticos y sediciosos escritores mexicanos del siglo XX.
Si le ha fallado la suerte, de Charles Simic. Ediciones Cal y arena. Traducción y presentación: Rafael Vargas. Género: Poesía. El universo cordial, nostálgico y cotidiano del gran poeta estadunidense, de origen yugoslavo, Charles Simic. La presencia en los ecos del recuerdo como un enigmático regalo de Dios.
También esto pasará, de Milena Busquets. Editorial: Anagrama. Género: Novela. Daño de la pérdida, el quebranto de la ausencia de un ser querido: la muerte como reafirmación de la vida.
Decreación, de Anne Carson. Traducción: Jeannette L. Clariond. Editorial: Vaso Roto. Género: Poesía. Cántico que reafirma las cualidades poéticas de la canadiense Anne Carson. Poesía, ensayo y ópera: tentación, fragor, despertares. Descentrar para “disolver el yo”. Poemario que es un oratorio para acompañar los dilemas del sueño.
Pureza, de Jonathan Franzen. Editorial: Salamandra. Género: Novela. El autor de Las correcciones y Libertad en una fábula de irradiaciones múltiples. Relación perniciosa de una hija con su progenitora. El universo realista de Franzen en una exploración de los esquemas conceptuales del bien y el mal. Tribulaciones de un personaje en las coordenadas de un almanaque inquietante y cautivador.
Dos años, ocho meses, y veintiocho noches, de Salman Rushdie. Editorial: Seix Barral. Género: Novela. Mezcla de fabulaciones en que los mitos rondan el amor como posibilidad de redención. Relato “futurista” que da inicio con la Era de la Extrañeza donde se entabla una “batalla entre la luz y la oscuridad”. El autor de Los hijos de la medianoche en uno de sus mejores momentos narrativos.
Un bolero para Arnaldo. Memoria personal de Cuba, de Rubén Cortés. Ediciones Cal y arena. Crónica familiar y también un ajuste de cuentas con un pasado que todavía retumba en los ademanes de la presencia. Informe de llovizna y clamores donde la “atmósfera espesa, húmeda y eterna del caribe se cuela por las grieta de la tristeza”.
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Carlos Olivares Baró