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La poesía como una forma de belleza - Argentina

Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201505/106958-la-poesia-como-una-forma-de-belleza.html

Poesía Reunida, editada por la Academia Argentina de Letras, es una selección rigurosa de Requeni (Buenos Aires, 1930) que recoge sólo los libros que a su criterio lo representan; entre ellos Umbral del horizonte, Línea de sombra, El vaso de agua e Inventario.

Este título -Inventario- lejos de indicar un balance o arqueo, remite justamente a la invención y resume una poética que, según sus palabras, intentó armonizar una calidad de emoción con un lenguaje trabajado con rigor estético en la aspiración de alcanzar una escritura transparente para conmover a través de "una forma de belleza".

En diálogo con Télam, Requeni responde a interrogantes sobre el armado y características de su Poesía Reunida.

¿Cuál es la génesis de esta obra?
Quise reunir lo que me parece lo menos malo de todo lo que escribí durante más de sesenta años; eliminé mis primeros cuatro libros de la década del '50. Es posible que alguna de las composiciones mereciera ser indultada pero, en general, toda esa producción adolecía de excesivas influencias y una suerte de ingenuidad, de candor romántico con el que hoy no me identifico.

Sus primeros textos están sujetos a la métrica tradicional, aunque luego se abre a la poesía en prosa y otras formulaciones.
En el colegio, la enseñanza de los clásicos (Garcilaso, Góngora, Quevedo) despertaron mi amor por la poesía; yo trataba de imitar sus formas, lo que resultaba anacrónico, pero su lectura me inició en la disciplina de la métrica y la rima. Luego me sedujeron los poetas españoles de la Generación del 27: Alberti, Garcìa Lorca, Salinas.

Pero además, los argentinos Banchs, Fernández Moreno, Borges, Nalé Roxlo, González Tuñón, Rega Molina, Bernárdez, Marechal, Pedroni, el griego Cavafis, Carrera Andrade, de Ecuador, Darío y al "padre y maestro mágico", el Picasso de la poesía del siglo XX: Neruda.

¿Cómo incidió en su poética haber vivido en Valencia?
El haber vivido en España en mi primera infancia (de 1932 a 1935) no influyó tanto en mi poesía como el haber tenido padres que hablaban un español castizo, una madre que amaba la poesía y un padre que dijo que el peor momento de su vida fue cuando se enteró de que yo escribía versos y que influyó como reacción.

El poeta Jorge Calvetti destacó en su poesía el "lirismo y perfección formal". ¿Qué vigencia cree que posee hoy el término "lirismo" para designar aspectos vinculados con los sentimientos?
Creo que el hombre común no podrá nunca despojarse de sus sentimientos, de su emotividad, a pesar del materialismo y el utilitarismo que caracterizan estos tiempos marcadamente racionalistas. Gran parte de la poesía actual parece haberse contagiado de dicho racionalismo y se aparta de la tradicional función del poema, que no es hacer pensar sino hacer sentir.

Su poesía no está exenta de imágenes sumamente potentes ("La palma abierta, oscura de la noche,/ vino hacia mí con una estrella nueva"). ¿Qué lugar le otorga a este recurso expresivo?
La imagen es consustancial al lenguaje poético. Cada palabra es metáfora de lo que designa y es mediante una personal elaboración de imágenes y metáforas que el poeta crea nuevas realidades verbales. García Lorca dice: "Con el aire se batían/ las espadas de los lirios"; y los lirios dejan de ser plantas agitadas en el viento para transfigurarse en "espadas" que se "baten" con el aire.

En la Antología consultada de la Joven Poesía Argentina de 1968 fueron elegidos ocho poetas –incluidos usted y Alejandra Pizarnik- por el voto de más de 130 escritores. En un texto posterior dedicado a la poeta, usted dirá que optó "por la comunicación y el sentimiento" y que ella eligió "el camino más arduo y oscuro, el más alucinante". ¿Suscribe aún esas palabras?
Sí. Respeto y admiro a quienes como Alejandra emprendieron ese camino arduo y oscuro, pero mi naturaleza es seguramente más superficial y hedonista. Mis versos reflejan los sentimientos y las experiencias unánimes, esas que todos pueden tener.

Si bien cuando escribo no pienso en un futuro lector, creo que como el resto de los poetas escribo con la esperanza de ser leído, no por todos, naturalmente, pero sí por seres normalmente cultos y sensibles que gusten de la poesía. No soy de los que escriben para los iniciados -para otros poetas- o para la hermenéutica universitaria.

En aquella Antología consultada... usted se distancia de la poesía con temática de cambio social; aunque en sus poemas cruzan el Che Guevara, el Holocausto, "Juanito Laguna".
En aquella época estaba de moda la llamada "poesía social" que, salvo algunas excepciones, era más social que poesía. Yo pensaba y sigo pensando que la función de la poesía no es promover la revolución social sino, más modestamente, "espiritualizar", "sensibilizar" al lector, que es una forma de hacerlo más humano.

En sus textos hay una tensión sobre la poesía misma, con elementos que oscilan entre lo que se disipa y lo que se reafirma.
No creo que el arte -y la poesía es, fundamentalmente, arte, según Croce- sea algo efímero sino todo lo contrario. "La poesía resplandece en la eternidad" decía mi fraternal amigo Jorge Calvetti. Los efímeros son los poetas. A un poeta lo enaltece la pasión que pone en lo que hace, pero el destino de su obra es siempre azaroso.