Fuente: lamarinaplaza.com/
Tan sólo ocho meses después de presentar “Poemes de la nina libèl·lula”, el escritor Miquel Català ha vuelto a Dénia para mostrar en público su última obra, “Poemes de la nina mandarina”.
El lugar escogido para la ocasión fue La Casa de la Paraula de la Fundació Baleària. Y allí se congregó un buen número de aficionados a la poesía y de escritores de la comarca, que pudieron disfrutar de un acto marcado por la complicidad entre el poeta y el público asistente.
Miquel CatalàAl igual que el pasado mes de noviembre, el filósofo Rafael Cuesta fue el encargado de introducir al escritor de la Ribera Alta: “La ciutat de Dénia té una llarga tradició joguetera. El poeta Miquel Català torna, en pocs mesos, a aquesta ciutat, potser, perquè ell també és joguinaire. Joguinaire i juganer. Com a joguinaire, s’ha especialitzat en nines. Encara no havíem acabat de gaudir la Nina Libèl.lula i ja tenim la Nina Mandarina en dansa.” A continuaciónCuesta desgranó la temática y el estilo de “Poemes de la nina mandarina”. El amor, la incompatibilidad de la vida y la muerte, la soledad humana, la esencia de cada uno son tratados en este poemario de una forma intensa y sutil, pero también ligera y juguetona. Para acabar Rafael Cuesta invitó a los asistentes a “a llegir els poemes de la nina mandarina. Si pot ser en Dénia, molt millor. Us desitge a tots vosaltres que tingueu dies blaus i algun desig vermell, que trobeu l’ illa on voleu arribar, que alguna persona us regale un capvespre del color que siga i que us diga recordar-te no és possible / perqè no t’oblide mai. O, al menys, que pugueu arribar a ésser captius d’uns ullets i d’una nina / qui s’apella mandarina”.
Presentación
“Poemes de la nina mandarina” es una obra que se divide en tres partes. Las dos primeras «Dies blaus» y «Cara de nina», con 21 poemas cada una, forman el núcleo central del libro, y la última “Vermells”, de sólo 6 poemas, funciona a modo de cierre. Este poemario combina versos libres con otros rimados, que en ocasiones remiten a la canción infantil y también al surrealismo.
Al acabar la presentación de Rafael Cuesta, Miquel Catalá leyó algunos de sus nuevos poemas acompañado por la guitarra de Àlvar Carpi y la viola de Mar Maraia. Como ya ocurriera en la presentación de su obra anterior, el recital se abrió a los asistentes y un buen número de ellos se animaron a leer los versos de Català en un ambiente distendido, que contribuyó a que el acto fuera una fiesta de la poesía.
Artículo realizado en colaboración con Javier Ruiz “Txin”