Fuente: http://festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/25/News/Restrepo.html
Camilo Restrepo nació en Medellín en 1987. Poeta y narrador. Licenciado en Pedagogía Infantil de la Universidad de Antioquia. Mención de honor en el "I Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín y su Área Metropolitana" (Corporación de Arte y Poesía Prometeo, 2011).
Finalista en la "XXIV Certamen Internacional de Narrativa y Poesía Breve", organizado por la editorial Nuevo Ser (Buenos Aires, Argentina, 2009). Se ha desempeñado como corrector de estilo del periódico Comunitario Visión 8 y como promotor cultural, labor durante la cual creó y dirigió diversos ciclos de recitales orientados tanto desde una perspectiva de recital tradicional, como en el formato poli-poético propuesto por Enzo Minarelli. Entre 2009 y 2011 fue miembro del grupo literario "El aprendiz de brujo" (Fundación editorial Arte & Ciencia, Medellín), con el que publicó el libro colectivo de cuentos La palabra se baña en el río, 2011. Poemas suyos han aparecido en antologías y periódicos independientes de Colombia, Argentina, Chile y México, tales como la Revista iberoamericana de arte y poesía Prometeo (números 90 y 97), la antología de poesía y narrativa iberoamericana Letras Vivas 2009 (Argentina), la revista de poesía El Terraplén (tercera edición), la revista La Ira de Morfeo (Chile, 2014), la Web de la revista mexicana Lo Otra, El Pequeño Periódico y la antología La última página, entre otras. Ha integrado varios colectivos artísticos, siendo el más destacado Unicornio de Palo, colectivo con el que ha realizado diversos performances poéticos y con el que fue invitado al foro Puente de palabras del Mercosur (Rosario, Argentina 2014); además de realizar el proyecto Comiendo Cuento, taller de literatura y culinaria, en el cual se desempeñó como facilitador. Libros inéditos: El espacio que me habita (2011), Felonías (2012), El libro de los misterios (2012-2013), Los rostros insondables (2014), y, El ombligo de Adán (en preparación).
Reflexiones acerca de la ética del poeta y de la poesía en nuestro tiempo
Por Camilo Restrepo
"Esta es la hierba que brota dondequiera que hay tierra y dondequiera que hay agua,
Este es el aire común que baña al globo"
Whitman
A veces, me gusta imaginar a Walt Whitman despertando desnudo en los pastizales andinos, bañándose en las aguas de los Aburraes, o escalando las alturas de Machu Pichu y escribiendo sentado sobre las ruinas, aquellos versos inmortales acerca de la unidad de todos los hombres y todas las cosas. Entonces pienso en sus esbeltos miembros, en sus barbas de Adán moderno, en sus harapos de clochard, y lo veo comiendo del mismo plato con los indígenas suramericanos, celebrando el nacimiento de la hierba y la robustez del trueno lanzado por los dioses en mitad de la noche, para revelar a los hombres los contornos de la naturaleza; y aquella imagen ratifica para mí, la universalidad, la atemporalidad y la vigencia de su poética de la hermandad, que se alza como un imperativo para las sociedades actuales, dado el panorama de terror y violencia que las caracteriza.
Hoy más que nunca, tal y como lo anunció este cantor de las cosas y el hombre nuevo, estamos llamados a unirnos, a cantar juntos y a celebrar los nacimientos de las ideas benéficas para el progreso y la hermandad de los pueblos, y desde la creación de nuevas sensibilidades, acompañar su crecimiento y velar por que las antorchas de la belleza y la paz, se mantengan encendidas y resistan ante los alaridos de guerra que lanzan diariamente nuestros gobernantes. En este contexto, la poesía y los poetas, como portavoces de esta nueva sensibilidad, juegan un papel determinante, puesto que su labor puede contribuir en gran medida a la re-significación y creación de nuevos imaginarios frente a un mundo en que las guerras se han vuelto parte del paisaje.
Basta mirar alrededor y ver ejemplos como una Colombia llena ejecuciones extrajudiciales, una Palestina masacrada por los imperios y una Nigeria incendiada por manos inescrupulosas, para darnos cuenta que la situación actual del hombre no es muy distinta de como lo fue en los períodos de las grandes guerras, y que los poetas, si bien no están obligados a someter sus poemas al servicio de las ideologías o movimientos, tampoco deben ignorar la realidad humana.
Inmersos en tiempos en los que el ansia de poder de las grandes maquinarias políticas, el dinero y las éticas y estéticas del pragmatismo y el utilitarismo, nos llevan a construir para nuestros niños y jóvenes, un mundo de abismos insondables en el que el individualismo y la agresividad parecen ser las herramientas para el alcance del éxito; estamos llamados a escuchar la voz de los poetas con su mensaje de amor y de memoria; pues como lo dijera el poeta Rojas Herazo:
"El mundo no puede seguir siendo un pretexto para sembrar juventudes que luego han de caer destrozadas por el vendaval de la metralla [...] No queremos que nuestras mujeres miren con espanto la gravidez de sus vientres. No queremos que el padre despida, con torva bendición, al hijo que marcha a engrosar las filas de la muerte. No queremos que las grandes ciudades sigan coqueteando, desde la distancia, con el guiño de sus semáforos o la potencia de sus anuncios luminosos, mientras los jóvenes, los jóvenes de siempre, marchamos –física o espiritualmente – a la guerra" (Rojas Herazo, p. 57)
La labor de la generación actual de poetas, podría ser, pues, el ayudar al hombre a comprender, que por utópicos e ingenuos que puedan parecer los ideales de justicia y paz, es necesario mantenerlos vivos en el corazón humano, puesto que además de ayudarnos a sobrellevar la vida en tiempos de penuria, permiten encaminar las energías hacia la construcción de nuevas realidades y significados.
Poemas Revista Prometeo # 90
Poemas La Otra Revista