El pasado 4 de febrero se entregaron en el CERN, en el marco de la inauguración del Año Internacional de la Luz, los premios del certamen Popscience Poetry. La profesora de Física Maite Pelacho López fue la ganadora en lengua española.
Este concurso se puso en marcha a partir de la Noche de los Investigadores.
Cuando Maite Pelacho López escucha a alguien decir, tras una explicación de una aurora o de otro fenómeno natural, "¡no le quites la poesía!", piensa que, precisamente, ocurre lo contrario. "La poesía es reflexión y emoción, así que puede relacionarse con cualquier aspecto de la vida. En particular, combina muy bien con la física y con la ciencia, ya que estas se preguntan por la naturaleza", señala.
Su obra 'Niños eternos' es la ganadora del certamen Pop Science/Poetry 2014 en lengua española, una iniciativa del CERN, Laboratorio Europeo de Física de Partículas, y de la editorial Subway Edizioni. Cada participante debía presentar una minicolección de tres poemas inéditos inspirados en temas de actualidad científica propuestos por el CERN.
Así, como un niño eterno, ve al científico esta "física y –en mis ratos libres– poetisa". "Si por algo se caracteriza un niño es por su capacidad de asombro y su curiosidad permanentes, así como por su capacidad de disfrutar –asegura–. Cualquiera de nosotros, independientemente de nuestra profesión, podemos –y pienso yo que deberíamos– cultivar nuestro niño eterno: asombrarnos y conocer más, disfrutar siempre. Pero el científico, además, por la propia definición de su trabajo, no deja nunca de hacerse preguntas. También le ocurre al filósofo". Y entre niños y científicos encuentra también "otra semejanza muy hermosa: preguntan y dicen las verdades sin demasiadas contemplaciones. No se avergüenzan de preguntar, ni tampoco de corregirse mutuamente; ellos quieren saber y ya está. A veces pueden resultar un poco incómodos, pero eso son quizá exigencias de su naturaleza. Cuanto más niños, más preguntan; y más aprenden, y más enseñan".
Ella lo conoce de primera mano porque esta donostiarra es profesora de Enseñanza Media (Física, Química, Tecnología, Ciencias para el Mundo Contemporáneo) en el Colegio Sansueña de Zaragoza.
La obra premiada consta de tres partes: 'Niños eternos', 'Dame una señal' y 'Confesiones de una pequeña filósofa de la ciencia'. De todos los trabajos galardonados: en lengua española, italiana, francesa e inglesa, así como los premios especiales de las universidades de Ginebra y Bolonia, ha sido editado un libro electrónico multilingüe descargable en la dirección ow.ly/J1e09. El libro de Pelacho está prologado por el físico teórico Álvaro de Rújula, quien dice de ella que "sus poesías no distorsionan, ni siquiera en aras de la libertad poética, lo que sabemos de física".
La autora explica que en la segunda parte, 'Dame una señal', "claramente hablo del método científico y de la sugerente cuestión de la materia oscura". Con una cierta intención didáctica, "de algún modo ensalzo el aspecto más pionero de la ciencia, en el que hay que combinar en grado sumo audacia y estrategia". Y "tal vez hay también una cierta reivindicación: que, en realidad, en todo trabajo deberíamos valorar más los aspectos estéticos –el disfrutar– entendiéndolos como esenciales".
Por último, 'Confesiones de una pequeña filósofa de la ciencia' es, comenta, "un poema que fluyó apenas sin pensarlo". En él "declaro mi amor a la ciencia y a la naturaleza y al universo y, a la vez, mi interés por la filosofía". Con una actitud de "permanente estado de asombro", 'Confesiones' quiere ser también "un pequeño homenaje –como lo es 'Niños eternos'– a tantos hombres y mujeres que llevaron y llevan a cabo un trabajo precioso pero no exento de dificultades".
Dame una señal
dame una señal
Dame argumentos.
Dame datos.
Dame pruebas.
Dame una señal...
Te daré algunas razones
–aparte, su coherencia–
de que hay algo más ahí fuera:
enigmática materia.
Invisibles atractores,
WIMPS o tal vez axiones
que dan masa a las galaxias
confirmando observaciones:
cúmulos que al encontrarse
tan apenas colisionan,
constantes velocidades
de estrellas más alejadas,
densas aglomeraciones
al inicio de los tiempos
impasibles a fotones...
Cierto es que habrá que esperar,
discutir las teorías,
tomar una y mil medidas,
diseñar tecnologías...
Y entre tanto, disfrutar
Y entre tanto, trabajar
Y entre tanto, sí, soñar....
(...)
*Fragmento del poema 'Dame una señal', que forma parte de, trabajo 'Niños eternos', de María Teresa Pelacho López.