Fuente: eluniversal.com
La libertad y la poesía como herramientas para corregir las erratas de la historia o la defensa de la palabra “contra los desahucios de la razón” fueron las ideas en el discurso de agradecimiento al Premio Cervantes del escritor José Manuel Caballero Bonald.
Y es que el discurso del poeta, novelista y memorialista gaditano, fue toda una defensa de la capacidad curativa de la poesía, de “su potencia consoladora frente a los trastornos y desánimos que pueda depararnos la historia”, subrayó Caballero Bonald, algo nervioso mientras leía su discurso en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, pero firme en sus ideas y planteamientos.
Una firmeza de criterio y rebeldía que ha caracterizado toda su vida y que ha llevado a este escritor, superviviente de la generación de posguerra, la de los 50, a ser considerado un eterno desobediente e insumiso.
Sus inicios como lector y escritor, la poesía que encierra toda la obra de Cervantes y el uso que hizo de la libertad como fecundo condimento literario fueron otros de los temas que trató el autor, al que por fin después de mucho pelear le ha llegado este premio que durante años se le resistía.
El autor de poemarios como Las horas muertas glosó la figura de Cervantes y admitió que el premio ha sido “la mayor satisfacción” de su trayectoria profesional y un motivo de orgullo y honor. Recordó que la lectura hace libre al ser humano y aseguró que el arte y la literatura disponen de poder terapéutico para una sociedad “decepcionada, perpleja, zaherida por una renuente crisis de valores”.
La entrega del Premio Cervantes estuvo presidida, por segundo año consecutivo y por la convalecencia del Rey, por los Príncipes de Asturias, acompañados por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
El Príncipe Felipe ensalzó la “palabra libre” de José Manuel Caballero Bonald y alabó su “integridad extrema” y su “lucidez y valentía”, considerándole un “referente del rigor literario”. Acompañado de doña Letizia, don Felipe definió a Caballero Bonald como “un navegante solitario, resistente a las modas y las actitudes gregarias, frente a las cuales ha mantenido un constante desafío de infractor. Solo una palabra libre puede sacudir letargos y remover conciencias”.
A la ceremonia acudió también la familia de Caballero Bonald: su mujer, Pepa Ramis, con quien lleva 53 años, una mujer que siempre le ha acompañado. “Siempre estoy detrás de él, toda la vida y me siento muy orgullosa”. También dos de los cinco hijos del escritor (José Manuel y Julia), tres de sus seis nietos y su hermana, María Julia.
Entre las personalidades de la cultura también estuvieron Ana María Matute y Antonio Gamoneda. (EFE