Fuente: http://spanish.irib.ir/radioculture/literatura/poes%C3%ADa-persa/item/213099-la-poes%C3%ADa-contempor%C3%A1nea-persa-de-ir%C3%A1n-29-audio
Estimados oyentes estamos con Uds. con un programa más de la serie de la Poesía contemporánea persa de Irán.
Esperamos que hasta ahora les haya gustado nuestro programa. Como recuerdan, en los programas anteriores, les hemos dado a conocer las ideas y los pensamientos de Parwin Etesami, la destacada poeta de la época Constitucional en Irán. También les hemos dicho que Parwin nació en la ciudad de Tabriz en el noroeste de Irán. Ella creció en una familia sabia, su padre Yusef-e Etesam al-Molk, un hombre intelectual, fue uno de los escritores e intérpretes conocidos de aquella época.
Muchos de los investigadores y los críticos literarios han analizado las obras de Parwin, para así, descubrir el secreto de la eternidad de sus poesías y también la atención y el interés que mantiene el pueblo en las obras de Parwin. Sin embargo, algunos dudaban y creían que los poemas compuestos no son de ella sino de su padre u otro poeta. No obstante, las grandes figuras de la literatura de aquella época estudiando sus obras y conociendo a su padre, no dudaron en el talento dado por Dios a Parwin. Para ella, la inversión humana está en los conocimientos y no en los recursos financieros, también ella nos aconseja que ejercitemos el alma. Las poesías de Parwin indican lo mucho que ella ha contemplado el mundo en los seres vivos y no vivos.
Ahora, en este y los próximos programas, pretendemos contarles algunas de los anécdotas escritas por Parwin. Esperamos que este programa sea de su agrado e interés, acompáñenos por favor.
La historia de esta semana trata sobre las infinitas bendiciones que Dios ha proporcionado a todos los seres vivos. Sin embargo, hay grupos que son agradecidos a Dios por dichas bendiciones y, otros que son ingratos y desobedecen las órdenes divinas.
Todos estamos más o menos familiarizados con la vida de los profetas designados por Dios. Parwin en una de sus anécdotas titulada Lotfe-Haq (La Bendición de Dios) ha descrito la indefinida misericordia y la generosidad que ha distribuido nuestro creador (Dios), de una forma igual, entre los amigos y enemigos. Ahora vamos a escuchar dicha anécdota.
El hazrat Moisés (S) nació en una época en la cual el Faraón gobernaba con mucha tiranía. Faraón tuvo una pesadilla, según la cual, pensaba que su soberanía iba a caerse. Por lo cual ordenó que mataran a todos los bebés varones recién nacidos.
La madre del Hazrat Moisés (S), Jocabed, puso a su bebé en una canasta por orden de Dios, y lo puso en el río Nilo, mientras tanto, empezó a hablar con Dios: "¡Oh, Dios mío, pongo a mi hijo en el agua porque tú así lo quieres! Si tú no lo protejes, ¿qué haría mi hijo incapaz flotando sobre las olas del agua?"
De repente, una voz celestial fue dirigida hacia Jocabed y, le aclaró todas las dudas que le habían surgido por unos momentos debido a los sentimientos maternales: "¿Por qué tienes duda? Despeja todas las incertidumbres y, fíjate en el cariño y la misericordia que Dios ofrecerá hacia tu hijo. Lo que tú has dejado bajo la orden de Dios en el agua, lo has dejado conmigo. Lo que tú sientes hacia este niño es solamente el amor y el cariño de una madre hacia su hijo, mientras que nuestra manera es la de la justicia y la amabilidad hacia nuestros seres vivos. Hemos recibido a tú hijo; has visto nuestra mano pero, no la conociste. No te asustes, no se juega en las tareas divinas; has dejado a tu hijo con nosotros, pues, te lo devolveremos. La superficie del agua será mucho más agradable para él que la cuna. Las inundaciones serán su tata y las olas serán su madre. Sepa que todo el mundo y la vida en el universo están en nuestras manos. Los ríos y los mares se revuelven bajo nuestra orden. Echamos la mano hacia los pobres y guiamos a los perdidos. Aunque ellos nos rechacen, nosotros igual los llamamos. Cubrimos sus maldades y sus defectos".
Jocabed, callada y quieta, se olvidó del mundo material y continuó escuchando plenamente los susurros celestiales: "Todo lo que ocurre en el mundo son nuestros mandatos. Son muchos los que han perdido el camino correcto pero, también hemos salvado la vida de muchos miserables. Un día, una embarcación atrapada entre las olas se fue a pique y se hundieron todos los pasajeros a bordo salvo uno que fue salvado gracias a la voluntad de Dios. Luego, hemos ordenado que el mar se calme, que el viento lleve al náufrago a la costa y que los rayos de luz lo calienten. Hemos movilizado a todo el universo para que recupere su salud y su conocimiento. Hemos hecho todo esto para salvarle de la muerte. Nuestro cariño y misericordia incluye a todos nuestros seres vivos, incluso a los enemigos de Dios".
Dios sigue dirigiéndose a la madre de Moisés: ¡Jocabed! ¿Cómo crees que nosotros dejamos solos a nuestros amigos? ¿Cómo piensas que nosotros oprimimos a Moisés, hijo de Imran a quien hemos designado. Nosotros nos comportamos con mucha misericordia con nuestros enemigos, ¡cómo es posible que nos olvidemos de nuestros propios amigos!"