Fuente: spanish.irib.ir/
Estimados amigos estamos con Uds. con un programa más de la serie la Poesía contemporánea persa de Irán. Esperamos que hasta ahora les haya gustado nuestro programa.
En el programa anterior, les hemos hablado sobre Parwin Etesami, una poeta destacada en la poesía contemporánea de Irán. En el programa de hoy, al igual que en los programas anteriores, estudiaremos los poemas de la dama de la poesía persa desde el punto de vista de los críticos e investigadores literarios. Esperamos que este programa sea de su agrado e interés. Ahora, les invitamos a que por favor nos acompañen.
Desde hace muchos años, los poemas de Parwin han abierto un lugar especial entre el pueblo persa y, la colección de sus poesías se han publicado reiteradas veces. Muchos de los investigadores y los críticos literarios han analizado las obras de ella, para así, descubrir el secreto de la permanencia de sus poesías y también la atención y el interés que mantiene el pueblo en las obras de Parwin.
Una poseía con calidad no tiene frontera, tampoco se restringe en las normas de una tierra. Una poesía es válida y sostenible cuando disponga tanto de la belleza como del significado. Ahora bien, las obras de Parwin además de estas dos últimas características, es decir, la hermosura y la carga semántica, también son sencillas y muy cercanas al lenguaje del pueblo.
La destacada poeta persa (Parwin) hace referencias en sus obras a los asuntos tan imprescindibles, tales como la tiranía de los opresores, el llanto de los huérfanos, el esfuerzo, la fe y de otros muchos conceptos humanos nobles.
En la época en que vivía Parwin no le era permitido revelar sus pensamientos explícitamente. El florecimiento de sus talentos coincidía con la soberanía de Reza-Jan Pahlawi quien le había quitado al pueblo el derecho de la libertad de expresión. Justo durante los años 20, el tiempo en que crecía la creatividad poética de Parwin, habían surgido muchos obstáculos y limitaciones para la presencia de las mujeres y las chicas en la sociedad de aquel entonces. Para ello, Parwin empleaba en sus obras la alegoría para expresar sus ideas y pensamientos contra la tiranía del gobierno, así, transmitía su mensaje para informar al pueblo. Ella en su estilo de alegoría, aparentemente decía algo pero en el fondo pretendía decir otra cosa. Parwin creó un mundo legendario en el cual exponía la situación del pueblo oprimido y pobre. En sus obras, los animales y los objetos hablan y, así, le ayudan a la poeta para que diga lo que desea.
En una de sus obras titulada Naqmey-e Sobh (La Melodía de la Mañana) que fue compuesta en los primeros años de la nefasta monarquía de la familia Pahlawi, Parwin le advierte con sus alegorías a un pájaro de la mañana sobre la existencia del cazador.
La situación política-social que dominaba la sociedad del Irán de aquel entonces trataba de que la revolución constitucional se hubiera desviado de sus principales líneas e ideas; por otro lado, Reza-jan-e Pahlawi armaba las primeras bases de su tiranía. Sin embargo, pese al estrangulamiento que dominaba la sociedad, Parwin como una poeta responsable expresaba sus palabras como un debate, es decir, dos o más personas empiezan a hablar para demostrar su propia prioridad y, cada uno se defiende a sí mismo. Este estilo tiene un antecedente muy antiguo en la literatura persa, El árbol Asorik, Elahi-nameh del poeta persa Attar, Yedal (Disputa) de otro poeta persa, Sadi, entre otras obras antiguas que presentan un debate. No obstante, Parwin en sus debates mantiene una independencia del pensamiento. El Dr. Qolam Hossein Yussefi al respecto ha dicho que:
"Pese a que el debate y también el estilo de pregunta y respuesta fue muy frecuente en la literatura persa, Parwin ha demostrado en este estilo su independencia del pensamiento. Puesto que sus interpretaciones y sus análisis es totalmente diferente con los de los poetas antiguos. Hay que decir que las características de los poemas de Parwin le han caracterizado de los demás."
En la colección de los poemas de Parwin existen 65 versos que son debates. Una de las peculiaridades de los debates de Parwin es que ella ha seleccionado, con su iniciativa, tanto el contenido como ambas partes del debate que incluyen a las personas, los animales, las plantas y las flores.
Para todos los críticos de las obras de Parwin, ella es muy potente en los debates. También utiliza un nuevo método para los temas que elige en los debates y los diálogos. Primeramente, uno de los lados en el debate empieza a hablar de sí mismo, hace alarde, se queja y reprocha al oponente y, luego, este último comienza a responder, a rechazar las alegaciones del primero y se defiende también a sí mismo. En la parte final del debate, la poeta concluye con consejos y con puntos morales-sociales.
En una de las obras, Parwin crea un debate entre dos gotas de la sangre, una que ha salido de la mano de un rey y, la otra del pie de un hombre pobre. La gota de la sangre del rey para acercarse a la gota del pobre le dice que los dos son de un mismo color y son iguales y le propone que se unan. Pero, la gota de la sangre del pobre le sonríe y les comenta que ellos tienen muchas diferencias, porque una pertenece a un rey y la otra a un pobre; una viene de bienestar y una vida llena de riqueza mientras que la otra es un trabajador y vive en la pobreza.
En los poemas en la forma de debate compuestos por Parwin también dialogan entre sí los objetos y los alimentos como el hilo y el agujero; el diamante y la arpillera; las lentejas y la alubia, el ajo y la cebolla. Parwin les proporciona a estos objetos la personalidad para que se hablen entre sí. En los debates, uno ataca y el otro defiende en una forma implícita y, el lector aprende una lección moral muy valiosa.
Yusef Etesam al-Molk, padre de Parwin, dice lo siguiente sobre las poesías de su hija: "Los poemas de Parwin no describen las situaciones ni las personas, sino que pretenden enseñar y purificar el alma; son las melodías del cariño, las virtudes, el empeño; son los cantos de despertad, la piedad y la salvación."