Fuente: laopiniondezamora
Siempre con Zamora como inspiración en su extensa obra, la poetisa Fili Chillón recibió ayer un homenaje de la mano de sus compañeros del grupo poético Almena, en el que también tomó parte su familia. Todos ellos recordaron la figura de Chillón, desaparecida a finales del pasado año, a través de su obra, leyendo varios de sus poemas.
De su trabajo se destacó su fuerza y, sobre todo, su simbolismo. «Sus poemas se basaban en la sensorialidad, desde la vista hasta el oído, el colorido, la música o incluso la forma. Su poesía entra a través de los sentidos, pero la simbología subyace en todas esas sensaciones, para expresar alegría, tristeza o sus ansias de plenitud», enumera el director de la tertulia literaria del grupo Almena, Carlos Martín Miñambres, quien reconoce que la figura de Fili Chillón ha sido poco reconocida «a pesar de su extensa obra. La razón principal es que la poesía, en general, no se lee mucho, pero sí es cierto que como persona era muy querida en la ciudad, tanto por sus amigos como por sus lectores. Era una persona apreciada por su trabajo como escritora, pero especialmente por sus dotes personales», indica, por lo que asegura que este homenaje «era más que merecido».
Junto a Martín Miñambres, en la mesa del acto organizado en colaboración con el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA también estuvo la presidenta del grupo poético María del Carmen Martís Eiroa, quien reconoció que la agrupación se sentía «orgullosa de haberla tenido como compañera», por lo que este homenaje «es un reconocimiento de la amistad que nos brindó a todos y también a su intenso poemario y su gran valía», describe Martís.
La presidenta del grupo Almena conoció a Chillón hace cuatro años y recuerda como su fuera ayer esa primera vez que recitaron juntas. «Me impresionó por la bondad que transmitía, por su fuerza y por su mirada. Siempre te ofrecía una gran sonrisa y eso a mí me ayudó mucho», rememora. Un recuerdo que convirtió ayer en versos, cuando recitó una poesía propia en honor a esta artista zamorana.
Durante treinta años, los que lleva en marcha el grupo poético Almena en la ciudad, Fili Chillón «no faltó a su cita cada miércoles con la tertulia literaria», apunta Martín Miñambres. Unas reuniones que compaginó con la elaboración de sus ocho poemarios y colaboraciones en el revista Almena. «Nos queda su legado», finaliza el director de la tertulia literaria.