Fuente: prensa-latina.cu
Con la participación de 32 poetas de 15 países, echó a andar hoy el VIII Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires que se extenderá hasta el miércoles 8 de mayo con un novedoso programa.
Graciela Aráoz, directora del evento, que se efectúa en el marco de la monumental Feria del Libro de Buenos Aires, destacó en palabras de apertura, anoche, que muchas personas aunaron esfuerzos para materializar esta noble idea a fin de que "la poesía siga estando en pie".
La ceremonia inaugural rindió homenaje al prócer cubano José Martí y dedicó un espacio al poeta holandés, Cees Nooteboom, uno de los invitados a la Feria del Libro, quien leyó pasajes de su poemario.
Cada año -destacó Aráoz- el Festival va creciendo pese a que el mundo parece desintegrarse, la economía languidece y la gente clama por paz, demanda empleos y protesta contra la injusticia.
"La poesía hoy no está ajena a esta realidad, como nunca la ha estado", dijo y adelantó que durante el evento las obras reflejarán cual pinceladas de la vida el mundo en que vivimos.
Resaltó que en esta VIII edición, el Festival recibe por primera vez a poetas de Panamá, India, Palestina, Suiza, Dinamarca y Holanda.
Entre otros exponentes de este género literario están presentes el holandés Nooteboom, el español Juan Carlos Mestre, el cubano Jesús Curbelo y el palestino Zakaria Mohammed.
Este espacio se ha consolidado como un verdadero encuentro internacional para honrar la poesía y compartir la pasión por las palabras, acercando a los lectores a las voces poéticas más destacadas del mundo, acotó Aráoz.
Además de las lecturas que se realizan en el ámbito de la Feria del Libro, este Festival tiene la novedad de llevar la poesía a las calles de Buenos Aires a través de actividades en bares notables y mercados, entre otros espacios.
Y como reflejo de que la poesía no es ajena a la realidad, como aludió la directora del evento, un grupo de jóvenes actores del Movimiento Arte Popular escenificó una protesta cuando hablaba Hernán Lombardi, el empresario devenido ministro de Cultura del gobierno de la capital, de la derecha opositora.
Los manifestantes increparon a Lombardi por la privatización del emblemático Teatro San Martín y con ella el cierre de la Sala Alberti, dedicada a la formación de jóvenes actores entre otros programas para el fomento de la cultura popular.
También lo recriminaron como miembro del ejecutivo capitalino que dirige el político opositor de derecha Mauricio Macri por la represión policial contra el personal asistencial y pacientes de un hospital neuropsiquiátrico de la ciudad.
Ese hecho acontecido el viernes 26 de abril ha desatado una ola de crítica y denuncias contra Macri y su equipo de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.