La poesía peruana tiene tradición, pero más importante que eso: tiene alma. Y tiene un alma distinta, siempre tormentosa, que cambia de cuerpos, de versos y de nombres.
Se vuelve corpórea, se levanta y anda. La poesía peruana tiene muchos nombres y muchos rostros, la pluralidad de voces la hace única. Nada como disfrutarla, asimilarla y detenerla mientras pasa.
Esta es una buena manera de empezar a hacerlo:
Para tí
tengo impresa una sonrisa en papel japón"
- 5 metros de poemas (1927)
"Desde temprano,
crece el agua entre la roja espalda
de unas conchas".