Fuente: http://www.cuartopoder.mx/poesia-zoque-preserva-la-esencia-como-pueblo-indigena/
La poesía es ritual, magia y brujería que preserva la identidad de los pueblos indígenas, afirma la poeta zoque Mikeas Sánchez, nieta de un chamán de las tierras volcánicas de Chiapas, cuyos rezos y danzas forjaron el caudal de su escritura literaria.
La poesía de Mikeas Sánchez funde la cosmovisión y la resistencia de las culturas ancestrales. "La poesía es resistencia. Yo me encontré en ella", asegura la escritora, educadora y locutora de radio comunitaria.
La poeta zoque de 30 años de edad, es originaria del Chapultenango, en el norte chiapaneco; escribe sus poemas en lengua zoque y español, los cuales han sido traducidos al inglés, alemán, italiano, catalán y maya.
Licenciada en Educación y maestra en Didáctica de la Lengua y la Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, Mikeas sostiene que el origen de su poesía se remonta a los rezos y las invocaciones de su abuelo Simón, curandero, danzante y músico de la etnia zoque.
Su escritura hunde también sus raíces en los relatos y leyendas de su abuela Simona, en cuya casa vivió a partir de sus siete años de edad.
"La poesía es ritual, magia y brujería", enfatiza la escritora nacida en la zona del volcán Chichonal, y su mítica guardadora Piogbachuwe, "La anciana que arde" en zoque.
La erupción del Chichonal en 1982 dejó, según estimaciones, más de 2 mil muertos. Sepultó bajo lava, rocas y ceniza a comunidades que emprendieron el éxodo a zonas aledañas seguras.
De esa memoria y de los rezos de sus ancestros, oídos en su niñez, Mikeas tejió sus palabras iniciales.
"Memorizaba los rezos de mi abuelo Simón, entre humos de mirra y ocote. Me daba curiosidad saber qué era la brujería, que la gente decía que realizaban los curanderos. Si realmente hechizaba", recuerda.
Años después, en su estancia universitaria en el estado de Tabasco, comprendió que "los conjuros tenían y están hechos de palabras mágicas, palabras con sentido y fuerzas definidas".
Sánchez ha escrito, entre otros libros; Mucaya, maíz en lengua zoque. Y sabrás un día, Desde mi médula y Todos somos cimarrones.
En sus textos plasma y reivindica su cosmogonía vital, comunitaria, los valores ancestrales ante la multiculturalidad y la globalización de las ideas.
Ahí están además, la trascendencia de la convivencia humana, el retorno a la naturaleza, el amor y el erotismo.
"Amo al hombre que duerme conmigo mientras la ciudad apaga sus luces. Amo su sonrisa y la falsedad que a veces hay en ella. Quién sino yo para delatar la tibieza de su carne... escribiría su nombre y sin duda me reconocería en él", apunta.
La poeta que dejó su terruño de montañas y ríos para estudiar en España, auspiciada por una beca para jóvenes indígenas de la Fundación Ford, admite que no es posible regresar a lo ancestral, pero sí preservar lo que queda de la esencia como pueblos originales.
La poesía es resistencia. Yo me encontré en ella, argumenta la escritora bilingüe..
"De pronto un pensamiento surcando los océanos. No temas, sólo hablaré de mí", escribe.
Mikeas, la poeta que surgió de las tierras del volcán, expone la urgente necesidad de preservar y difundir el habla y la escritura zoque como alternativa de reconciliación humana y con los entornos naturales.
En la cultura zoque, precisa, cada río, árbol y sendero es un ser viviente. "La montaña, la cueva tienen dueños y se les pide permiso para adentrarnos en ellas".
La poesía en lengua zoque es para "reivindicar" y preservar la esencia como pueblo indígena, "si no lo hacemos, nos perdemos, como está perdida ahora la mayoría", en medio de la globalización y la transculturación avasallantes, advierte la escritora y madre de Matsa, un niña de cinco años.