Fuente: http://www.elmundo.es/cultura/2015/08/14/55c2639822601de55d8b457d.html
Se llamaba Josie Bliss y era una birmana hermosa, violenta y celosa que una noche de 1927 quiso asesinar en Rangún a su amante, un tal Ricardo Neftalí Reyes, un tipo pobre y solitario que se ganaba la vida como cónsul de Chile es esa ciudad.
El extranjero le había escrito unos versos en los que le decía que sentía ternura por su pies desnudos, y esa madrugada tuvo la suerte de verla entre sueños detrás de la neblina del mosquitero con un cuchillo en alto para atravesarle corazón. Unos días después, el hombre se fue en silencio a Ceilán. En el viaje escribió un poema sobre el episodio. Le puso el título de Tango del viudo y lo firmó con el seudónimo que usaba desde hacía siete años: Pablo Neruda.
La historia está contada por el poeta en una nota donde recuerda que se había ido a vivir a la casa de la muchacha y que allí mismo dejó sus ropas y sus libros cuando le comunicaron de la cancillería que Ceilán (hoy Sri Lanka) sería su próximo destino. En la cubierta de un barco sobre el golfo de Bengala hizo el manuscrito de la pieza con el recuerdo de la frase que le dijo la iracunda y desconfiada señorita Bliss con el arma en la mano: "Cuando te mueras se acabarán mis temores".