El mundo de la letras siempre ha estado lleno de almas malditas que han usado las palabras como un vehículo para aliviar y relativizar lo que les atormenta. Algunas lo consiguen, Sylvia Plath no lo logró.
Escribir y sacar fuera de nuestros rincones aquello que nos hace sumirnos en la oscuridad más absoluta, puede ser una terapia efectiva que nos hace tomar perspectiva de lo que nos hace sufrir. Aunque Sylvia Plath tuvo un talento natural y un don para hacer de la poesía confesional un arte redentor, no pudo soportar la vida.
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Poeta, novelista y ensayista estadounidense, nació el 27 de octubre de 1932 en Boston y falleció el 11 de febrero de 1963 en Londres. Se la considera una de las figuras más importantes de la poesía del siglo XX y es conocida por su estilo intenso y confesional con el que exploró temas como la identidad, la muerte, la depresión y la feminidad.
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Plath comenzó a escribir desde joven y publicó su primer poema a los ocho años. Se graduó de Smith College y continuó su educación en la Universidad de Cambridge, donde conoció a su futuro esposo, el poeta Ted Hughes. Su relación fue tumultuosa y su vida personal estuvo marcada por largas temporadas de depresión que dicen que podrían deberse a un trastorno de bipolaridad, lo que influyó profundamente en su obra.
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Entre sus obras más destacadas se encuentra su única novela, La campana de cristal (The Bell Jar), publicada en 1963 bajo el seudónimo de Victoria Lucas. La novela es un relato semi-autobiográfico que aborda la experiencia de una joven que lucha contra la depresión y la búsqueda de su identidad en una sociedad que le resulta opresiva.
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En cuanto a su poesía, Plath es famosa por colecciones como Ariel, publicada póstumamente en 1965. Este libro incluye algunos de sus poemas más conocidos, que reflejan su lucha interna y la aguda percepción del mundo que la rodeaba. Su estilo a menudo combina imágenes vívidas y metáforas complejas, y su voz poética era poderosa y emotiva.
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La vida de Sylvia Plath estuvo marcada por la tragedia. Aparte de los episodios de depresión que sufrió, tras la separación de Ted Hughes, su salud mental se deterioró todavía más. Plath se suicidó a los 30 años, pero en estas frases que nos dejó para siempre, queda reflejada la angustiada esencia de una artista que con su talento y su sensibilidad, traspasó nuestras almas y nuestros miedos.
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1. "Soy un jardín de agonías rojas y negras. Las bebo, odiándome a mi misma, odiándome y temiéndome".
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2. "He intentado no pensar demasiado. He intentado ser natural".
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3. "No quiero que sea excepcional. La excepción interesa al diablo. La excepción escala la colina de la tristeza o se sienta en el desierto, dañando el corazón de su madre".
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4. "Si nunca esperas nada de nadie nunca te decepcionarás".
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5. "Prefiero a los médicos, a los abogados, a las matronas… a cualquier cosa antes que a los escritores, son la cosa más narcisista que existe".
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6. "Me sentía sabia y cínica como el infierno".
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7. "Tuve oportunidades. Probé y traté. Cosí la vida a mi vida como una voz rara. Caminé con cuidado, con precaución, como un objeto extraño. Intenté no pensar demasiado. Traté de ser natural".
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8. "Me sentía embotada, pesada y llena de sueños destruidos".
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9. "Las voces de la soledad, las voces de la tristeza golpean mi espalda inevitablemente".
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10. "Le hablo a Dios, pero el cielo está vacío".
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11. "El suelo parecía maravillosamente sólido. Era consolador saber que me había caído y que no podía caer más abajo".
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12. "Pensé que la cosa más hermosa del mundo debía ser la sombra, el millón de formas animadas y callejones sin salida de la sombra".
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13. "Tenía que estar tan emocionada como la mayoría de las demás chicas, pero no lograba reaccionar. Me sentía muy tranquila y muy vacía, como debe de sentirse el ojo de un tornado que se mueve con ruido sordo en medio del estrépito circundante".
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14. "Tengo que admirar profundamente a alguien para valorarlo como amigo".
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15. "Tus propias limitaciones te crucifican".
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16. "Mi alma debe estar detrás de ti. Estoy matando mi carne sin ella".
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17. "Morir es un arte, como cualquier otra cosa. Yo lo hago excepcionalmente bien. Lo hago para sentirme hasta las heces. Lo ejecuto para sentirlo real. Podemos decir que poseo el don".
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18. "Mis poemas surgen inmediatamente de la experiencia sensitiva y emocional que tengo".
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19. "La perfección es terrible, ella no puede tener niños".
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20. "Hay algo de desmoralizante en observar a dos personas que se excitan más y más locamente entre sí, especialmente cuando la única persona que sobra en la habitación es uno mismo".
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21. "La realidad es relativa, depende de con qué gafas la mires".
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22. "Cuando yo tenía 19 años la pureza era un gran tema. El mundo estaba dividido entre católicos y protestantes, o entre republicanos o demócratas o entre blancos y negros, o aun entre hombres y mujeres, yo lo veía dividido entre la gente que se había acostado con alguien y la gente que no lo había hecho, y ésta parecía ser la única diferencia verdaderamente significativa entre una persona y otra".
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23. "Tomé una respiración profunda y escuché el viejo rebuzno de mi corazón: soy yo, soy yo, soy yo".
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24. "Me encuentro absolutamente colmada cuando escribo un poema".
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25. "Observar sin más es como contemplar París desde el último vagón de un tren que marcha en dirección contraria: a cada instante la ciudad se hace más y más pequeña, sólo que es una quien se siente cada vez más y más pequeña y más y más solitaria".
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26. "Si ser neurótica es decir dos cosas mutuamente excluyentes en el mismo momento, entonces soy endemoniadamente neurótica. Estaré volando de una a otra cosa mutuamente excluyente durante el resto de mi vida".
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27. "Pensé que quizá fuera verdad, que cuando uno se casaba y tenía hijos era como un lavado de cerebro, y que después una iba por el mundo sedada como un esclavo en un estado totalitario".
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28. "Aunque el amor llegue un día, me da miedo que tan sólo sea esto; y, aunque el amor llegue un día, también me da miedo que sea mucho más".
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29. "Debe de haber unas cuantas cosas que un baño caliente no puede curar, pero yo conozco muchas que sí. Siempre que estoy triste hasta morir, o tan nerviosa que no puedo dormir, o enamorada de alguien a quien no veré en una semana, me deprimo, pero sólo hasta el punto en que me digo: «Tomaré un baño caliente»".
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30. "El silencio me deprimía. No era realmente el silencio. Era mi propio silencio".
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31. "Quería todos y cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y, mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, los higos empezaron a arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies".
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32. "Cada mujer adora a un fascista".
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33. "Quiero que sea normal, que me quiera como yo a él".
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34. "Mi árbol favorito era el sauce llorón. Yo pensé que debían de haberlo traído de Japón. En Japón, entendían las cosas del espíritu".
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35. "Seré una de las pocas poetisas en el mundo completamente feliz de ser mujer, no una de esas amargadas y frustradas, retorcidas imitadoras de hombres, que en su mayoría acaban destrozadas".
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36. "El problema era que yo siempre había sido inadecuada…".
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37. "Quizás cuando nos encontramos deseando todo, es porque estamos peligrosamente cerca de no desear nada".
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38. "Sentí el invierno sacudiéndome los huesos y haciéndome castañetear los dientes".
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39. "Desde las cenizas me levanto, con mi cabello rojo y devoro hombres como el aire".
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40. "Pero cuando llegó el momento de hacerlo, la piel de mi muñeca parecía tan blanca e indefensa que no pude. Era como si lo que yo quería matar no estuviera en esa piel ni en el ligero pulso azul que saltaba bajo mi pulgar, sino en alguna parte más profunda, más secreta y mucho más difícil de alcanzar".
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Por Luiki Alonso