El cuadrado negro, ese “amuleto verbal” donde una coreografía de palabras blancas desmonta la gramática del ojo, podría aglutinar con precisión geométrica las huellas de añejas reyertas estéticas.
El cuadrado negro, ese “amuleto verbal” donde una coreografía de palabras blancas desmonta la gramática del ojo, podría aglutinar con precisión geométrica las huellas de añejas reyertas estéticas.