XXXVI CERTAMEN DE POESÍA "BLAS INFANTE"

La poesía siempre ha hecho amigos extraños", afirma Jesús Cotta - España

Fuente: http://www.eldiario.es/cultura/siempre-extranos-afirma-Jesus-Cotta_0_396160589.html

 

Durante mucho tiempo el silencio ocultó la amistad entre el poeta Federico García Lorca y el fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, sobre la que ahora arroja luz el historiador Jesús Cotta, quien en entrevista con Efe afirma que "la poesía siempre ha hecho amigos extraños".

En "Rosas de plomo. Amistad y muerte de Federico y José Antonio" (Stella Maris), Cotta destaca que a Lorca y a Primo de Rivera les unían muchas más cosas de las que les separaban; por ejemplo la sensación de ser "ideológicamente impuros", incluso para aquellos que se supone que estaban en su mismo bando.

"José Antonio y Federico estaban en ese lugar intermedio peligroso, casi impuro", lo cual les hacía ser sospechosos a los ojos de los mal llamados "puros", que "siempre son muy peligrosos", afirma Cotta, quien señala que a ambos los mató "la parte más cerril de cada bando".

Esa amistad, sin embargo, como relación directa y personal, apenas dura unos pocos meses, a partir de finales de 1935, y verdaderamente no cristaliza hasta comienzos de marzo de 1936, un par de semanas antes de que José Antonio fuera encarcelado, y con él toda la Junta Política de Falange, partido que había sido ilegalizado por el gobierno del Frente Popular.

La tarea de Cotta ha sido dejarle al lector el testimonio de algunos de aquellos que convivieron muy de cerca con ambos personajes, como el falangista Felipe Ximénez de Sandoval (considerado el biógrafo oficial de José Antonio) o el poeta comunista Gabriel Celaya, gran amigo de Lorca.

Esos testimonios, a veces contradictorios, sobre todo en lo tocante a si Primo de Rivera y Lorca se llegaron a conocer o no en persona (cosa que Sandoval desmiente y Celaya confirma), sí son coincidentes en lo relativo a la gran estima que ambos se profesaban.

A juicio del autor de "Rosas de plomo", obra galardonada con el Premio Stella Maris de biografía histórica, a Lorca y a José Antonio "les unía mucho el sentirse como unos apestados, como unos incomprendidos", incluso para las gentes de su propio bando, con los que, por otra parte, a ambos les costaba mucho identificarse plenamente.

Entre Lorca y José Antonio "hay una gran complicidad que el resto de la España de ese tiempo no entendía", afirma Cotta, quien refiere cómo el poeta granadino solía decir a sus amigos: "Ya verás cómo me matan los unos o los otros", y ello porque "tanto los unos como los otros lo podían acusar de cualquier cosa", empezando por su homosexualidad, anatema entonces para izquierdas y derechas.

Cotta se refiere a las tertulias que en el local conocido como La ballena alegre, situado en los sótanos del desaparecido Café Lyon de Madrid, organizaban por separado poetas falangistas e izquierdistas.

A dichas tertulias asistían, cada uno por su lado, Lorca y José Antonio, y sobre ellas Cotta glosa el testimonio que Celaya presta al hispanista irlandés Ian Gibson en su libro "En busca de José Antonio".

De hecho, en su libro Cotta narra cómo Lorca le reconoció a Celaya su amistad con José Antonio al confesarle: "¿Sabes que todos los viernes ceno con él? Pues te lo digo. Solemos salir juntos en un taxi con las cortinillas bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo, ni a mí me conviene que me vean con él".

"Lorca tenía un pánico tremendo a la exclusión y encima le debía su fama al apoyo mediático de la izquierda, que le amenazó con hundirle si daba un paso en falso", afirma Cotta en la entrevista.

Por lo tanto, subraya, ser amigo de José Antonio, que para la izquierda desempeñaba el papel de "hombre malo" (sin que, por otro lado, la derecha tradicional le tuviera en mucha estima) suponía "una amenaza para Lorca".

"Lorca era una persona sin ideología; era un demócrata y, sobre todo, un amante de la libertad, pero entendía que las ideologías reducen a las personas". Sin embargo, "sabía que, si trascendía su amistad con José Antonio, le iba a acarrear muchos problemas".

A juicio de Cotta, la derecha más reaccionaria, que sentía verdadera inquina por Lorca y que tampoco veía con buenos ojos el mensaje profundamente preocupado por la justicia social que preconizaba José Antonio, podía aprovechar el caos generado por la guerra para escarmentar al uno en la persona del otro.

"La derecha más cerril siempre ha tenido un prejuicio contra los intelectuales; de este modo, actuar contra Lorca", asesinado a las afueras de Granada el 18 de agosto de 1936, "fue, en el fondo, actuar contra José Antonio", fusilado en la prisión de Alicante el 20 de noviembre de ese mismo año, afirma el historiador.

Por Fernando Prieto Arellano