Fuente: https://osalto.gal/sphera/poesia-es-memoria-arabes-tal-es-hoy-memoria-del-pueblo-palestino
El arte en todas sus expresiones constituye para el pueblo palestino una forma de transmitir la memoria de su sufrimiento, pero también de su lucha. En el Arte de la Resistencia, conversamos con artistas palestinos sobre cultura y genocidio.
En esta primera entrega, el poeta Saïd Alami, y Miriam, la hija del poeta Mahmud Sobh, relatan cómo la poesía es un vehículo central en el pulso del pueblo palestino contra el olvido. La cantante Rawan Nairat, y el artista Motasem Siam, protagonizarán las próximas entregas.
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Históricamente, pero de manera especial tras la masacre iniciada contra Gaza el pasado 7 de octubre, los poemas palestinos han recorrido el mundo expresando el dolor, la rabia o la esperanza de un pueblo castigado por cien años de colonialismo, mostrando en recitales, antologías o redes sociales una humanidad que, a veces, el ritmo despiadado de las noticias oculta. Consciente del gran eco internacional de los versos resistentes de los palestinos, Israel ha asesinado desde que empezara su más brutal ofensiva a figuras como Refaat Alareer o Heba Abu Nada, quienes empuñaban su poesía como ese arma cargada de futuro de la que habló Gabriel Celaya.
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Los palestinos saben que aunque muera el poeta, queda la palabra. Palabras de poetas palestinos como Mahmud Darwish o Brahim Tuqan, que plasmaron en sus versos la resistencia ante la Nakba por venir, una catástrofe hoy más viva que nunca. Saïd Alami y Miriam Sobh forman parte de esta tradición, el primero a través de su poesía; la segunda como hija del poeta y traductor Mahmud Sobh y encargada de transmitir su legado. Ambos llevan años participando en recitales y encuentros donde la poesía palestina es un espacio de denuncia y alianza contra la ocupación israelí, y es que, tanto bajo las bombas como en la diáspora, los poetas palestinos entrelazan redes de solidaridad y resistencia con sus versos.
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Poesía, amor y legado
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Saïd Alami cuenta con una larga trayectoria como periodista, en todos los formatos. Durante mucho tiempo hasta su jubilación se desempeñó en Radio Exterior, el servicio para el extranjero de la radio pública nacional. Ahora que cuenta con tiempo para sí se dedica a la literatura, que es lo que siempre quiso hacer, afirma, algo que no era fácil en la vida caótica de un profesional que trabajaba para diversos medios. Alami publicó su primer poema a los 15 años en Kuwait, donde realizaba sus estudios secundarios antes de cursar periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Ahora, este poeta, con varios poemarios publicados en árabe, y que ha participado con obra escrita en castellano en numerosas antologías, también escribe novelas y relatos.
La relación con la poesía de Miriam Sobh pasa por su firme compromiso por ser la voz que lleva los versos de su padre, ahora que él ya no está, allí adonde la llaman. Mahmud Sobh es uno de los poetas palestinos más reconocidos en España, y Miriam es, entre los tres hijos que tuvo, quien más se parece a su padre, pero “no he heredado el talento ni el don que tenía él con las palabras”. Lo que sí ha heredado es el amor por Palestina: “No soy poeta como lo fue él. Pero siempre he estado muy unida a él y le he acompañado en bastantes actos literarios que ha presentado o en los que ha participado”. El padre de Miriam falleció el 21 de febrero de 2022. Años antes de morir, publicó unos versos que no parecen perder nunca actualidad, y que ahora su hija recita: “En vano corre la sangre en nuestras venas/ si tenemos que derramarla de forma gratuita/ En vano nacen nuestros hijos, si los entregamos a la boca del dragón/ En vano adornaremos esta tierra/ si luego la arrojamos a las llamas”.
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Encuentro y traducción
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Para Sobh, “la poesía lo fue todo, el motor de su vida”, cuenta su hija, antes de detenerse un momento, reflexiva: “Él amaba la poesía, pero dime tú, ¿qué palestino no ama la poesía?”. Al padre de Miriam lo expulsaron de su pueblo, Safad, en el 48, tenía solo 12 años cuando vivió la Nakba. El exilio le llevó, junto a su madre y sus cinco hermanos, a Damasco, donde creció, entró en la universidad y se licenció en filología. Después una beca lo llevó a estudiar a España, donde hizo su tesis doctoral sobre la poesía amorosa arábigo andaluza. “No solo se enamoró de España, sino que se enamoró de una española, mi madre. Aquí formó su familia, y aquí hizo toda su trayectoria profesional”.
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Sobh fue el primer profesor árabe en conseguir una cátedra en la Universidad Complutense de Madrid. Y además de docente, fue traductor. Machado, Lorca, Neruda.., tradujo al árabe a los principales autores de la poesía en castellano. Por su labor le fue entregado el Premio Nacional de Traducción en 1983. También fue “un referente en la divulgación de la poesía árabe clásica en España. Digamos que su obsesión profesional era dar a conocer la literatura árabe en España y viceversa”, explica su hija..
Por Sarah Babiker