XXXVI CERTAMEN DE POESÍA "BLAS INFANTE"

La hijarana Teresa Rubira Lorén gana la Ánfora de Plata del XLIII Certamen Nacional de Poesía con un poema homenaje a su padre

Fuente: https://www.lacomarca.net/hijarana-teresa-rubira-loren-gana-anfora-plata-xliii-certamen-nacional-poesia-poema-homenaje-padre/

El galardón lo convoca la Casa de Melilla en Málaga y la autora se sirvió de las vivencias que le contaba su progenitor de los tres años que pasó en la mili en la ciudad autónoma.


Vicente Rubira Gálvez fue uno de tantos hijaranos que salió por primera vez de su pueblo para ir a la mili. En su caso el destino fue Melilla y allí pasó los tres años que en la década de los 40 significaba el servicio militar obligatorio. En tiempos de posguerra no resulta difícil imaginar lo que suponía para cualquier familia humilde tener que prescindir de dos manos para trabajar la tierra. Es lo que pasó en casa de los Rubira y Teresa, su hija, lo tiene muy presente. «La abuela se quedó viuda con tres hijos, de los que uno murió y a otro se lo llevaron a Melilla tres largos años… No sé cómo salieron adelante, pero lo hicieron y así lo hicieron tantas y tantas familias de la época», dice ella, que tiene el don de la escritura. Eso, unido a una sensibilidad extrema, dan como resultado relatos, obras de teatro y, especialmente, poemas, que no dejan a nadie indiferente.
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Hacía tiempo que le tentaba presentarse a este Certamen Nacional de Poesía que se celebra en Málaga convocado por la Casa de Melilla desde hace 43 años. «Nunca me terminaba de decidir porque siempre me ha causado mucho respeto, hay gente de mucho nivel», se sincera. Sí había ido escribiendo sobre Melilla. Poco a poco fue armando el poema al que iba añadiendo y quitando cosas y modificando las que consideraba. Todo lo que fue poniendo negro sobre blanco es fruto de los recuerdos de todas las vivencias y anécdotas que su padre contaba una y otra vez en casa. Los años de mili fueron duros, pero también dejaron una huella imborrable en el hijarano que compartía con los suyos, quienes se quedaron con las ganas de ir a Melilla con él. «Nunca hicimos ese viaje y siempre se nos quedó la espina, me hubiera encantado recorrer la ciudad con él y que él pudiera volver a aquellos lugares de los que nos hablaba y de los que tan bien se acordaba», explica la autora.
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Se decidió y presentó el poema titulado ‘Como verbo silvestre’ por el que ha resultado premiada con el Ánfora de Plata en categoría de literatura. A través de las vivencias de su progenitor consiguió reflejar el espíritu de Melilla y así se lo reconocieron en la entrega que se celebró el pasado mes de noviembre en Málaga. «Compartí mesa con el jurado y fue muy bonito que me explicaran qué les motivó a premiar mi poema, y yo sentí a mi padre conmigo en el momento de la entrega del galardón porque conté su historia y me llevé incluso las cartillas de reclutamiento. Se creó mucha complicidad con el público y había gente mayor que sabía muy bien de lo que estaba hablando«, sonríe desde Alicante, la ciudad en la que reside desde hace años pero siempre con Híjar en el pensamiento para ir y volver cada vez que puede. Habla de la mies y el olivo, que es «donde nació su padre» y habla de un mar oscuro «imaginando las travesías que hacen quienes vienen a nuestro país y la que hizo mi padre y tantos otros, que nunca habían montado en barco». Rubira atesora más de sesenta premios literarios y dice que todos tienen su «detalle especial», pero también reconoce que esta Ánfora de Plata que le llega desde Melilla es de los que ocupan un espacio destacado «por muchos motivos».
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A la entrega acudieron autoridades locales del Ayuntamiento de Málaga, así como de la Casa de Melilla en la ciudad. El jurado estuvo compuesto por Antonio A. Gómez Yebra, catedrático y escritor; Francisco Ruiz Noguera, profesor de la Universidad de Málaga y poeta; y por Daniel Puertas Carmona, escritor y editor de Elvo Editorial.
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Por Beatriz Severino