El poeta sevillano publica 'Ley de fugas' (Reino de Cordelia), un poemario que reflexiona sobre el paso del tiempo y que también plasma la pasión de este autor por la música y la pintura.
Juan Lamillar (Sevilla, 1957) es uno de los poetas imprescindibles del panorama lírico español de las últimas cuatro décadas. Gran amante de la pintura y de la música, 'Ley de fugas' (Reino de Cordelia) refleja magistralmente estas aficiones del poeta, además de realizar una certera reflexión sobre el paso del tiempo en unos versos cargados de sobriedad y hondura. Otro de los puntos de fuga hacia donde convergen estos poemas es hacia el humor, un elemento clave en la poética y en el modo de entender la vida de este autor.
.
—'Ley de fugas' recopila poemas escritos entre 2008 y 2012, ¿qué criterios ha elegido para escoger estos versos y presentarlos en este nuevo libro?
.
—En realidad, 'Ley de fugas' se puede considerar una segunda parte de 'La nieve roja' (publicado en 2021 en Renacimiento). Son poemas de las mismas fechas pero con temática distinta. Unos temas que, con las variaciones pertinentes y algunas novedades, siguen estando presentes en los poemas de estos últimos doce años.
.
—En este poemario hay distintos puntos de fuga hacia la música, la pintura, la filosofía y el paso del tiempo. ¿Por se centra en esos aspectos?
.
—El interés por la música y la pintura (los poemas como reflejo de la vida) aparece ya en los primeros libros y ha sido una constante en los siguientes. El paso del tiempo es uno de los temas esenciales de la literatura. En cuanto a la filosofía, es un tema nuevo en mi poesía, lo mismo que el carácter irónico de esos poemas.
.
—En el primer apartado predomina un tono más introspectivo y reflexivo cuando habla del paso del tiempo.
.
—Como he dicho antes, el tiempo es uno de los temas esenciales de la poesía desde sus inicios. Somos tiempo y, evidentemente, la percepción y la vivencia de su paso no son las mismas en la juventud que cuando uno está ya cerca de los 70. Se impone ahora la reflexión, el balance de lo vivido y la expectación, siempre tan incierta, de lo que nos queda por vivir.
.
—En una sociedad tan estresada como la actual, ¿es posible reflexionar sobre cómo el tiempo va avanzando inexorablemente?
.
—En una sociedad estresada, distraída por tantos estímulos y anestesiada, convulsionada por las guerras, las injusticias y las catástrofes, no sólo es posible sino necesario detenerse y reflexionar. Y no viene mal un punto barroco a la hora de pensar en la realidad y sus apariencias y en la fugacidad de la vida.
.
—En el poema 'Silencio con nombre' hace una referencia a Mozart.
.
—Uno de mis compositores favoritos (y hay tantos para tantos momentos). A pesar de los pocos años que vivió, dejó una obra extensa con muchas obras maestras. En su música está la levedad, la gracia, lo profundo, y Cernuda lo vio muy bien: «Da esta música al mundo / forma, orden, justicia,/ nobleza y hermosura». He sufrido pocas mudanzas pero en cada casa nueva lo primero que ha sonado ha sido 'Don Giovanni'.
.
—Música y poesía siempre han estado muy ligadas. ¿Por qué le fascina tanto la música?
.
—Nietzsche, que pasó de las óperas de Wagner a 'Carmen' y a 'La gran Vía', tiene una frase con la que me identifico: «Sin música, la vida sería un error». Sobre todo escucho música clásica, pero también me encantan los tangos, la música popular de Hispanoamérica, la música judía (sefardí, klezmer), el flamenco, la copla en su versión más dramática… Y nunca ha sido tan fácil tener toda la música en un solo dispositivo.
.
—En el poemario tienen también protagonismo artistas plásticos como Rothko. ¿Se puede transmitir el alma del cromatismo con los versos?
.
—Bécquer quería palabras que fuesen a un tiempo colores y notas. Uno trata de conseguir esa armonía. Y en los muchos poemas que he escrito sobre el tema no sólo me he detenido en los pintores preferidos, también he procurado preguntarme por lo esencial y lo material de la pintura.
.
—Destaca el poema dedicado a la 'Pietá Rondanini', una obra no tan famosa como la otra 'Pietá' de Miguel Ángel, pero igual de conmovedora. ¿Cómo surgieron estos versos?
.
—De la contemplación directa de la obra en el castillo de los Sforza en Milán. Frente a la minuciosidad maravillosa de la Pietá del Vaticano, esculpida ¡a los 24 años!, en esta, que es su última obra, la emoción surge de lo inacabado pero tan expresivo en esa desnudez de las formas.
.
—También está muy presente el humor a lo largo de los versos.
.
—La poesía tiene que abandonar algunas veces lo épico o lo trascendente, las emociones solemnes. Me interesan mucho la poesía satírica, la erótico-festiva, los epigramas, las formas del ingenio literario. A lo largo de los años he escrito bastantes poemas de este tipo pero he publicado muy pocos. Algunos son bromas privadas entre amigos y, claro, hay que conocer las claves. Pero sí, para mí son un divertimento, lo lúdico como complemento de lo lírico.
.
—'Ley de fugas' recopila poemas escritos entre 2008 y 2012, ¿qué criterios ha elegido para escoger estos versos y presentarlos en este nuevo libro?.
—En realidad, 'Ley de fugas' se puede considerar una segunda parte de 'La nieve roja' (publicado en 2021 en Renacimiento). Son poemas de las mismas fechas pero con temática distinta. Unos temas que, con las variaciones pertinentes y algunas novedades, siguen estando presentes en los poemas de estos últimos doce años.
.
—En este poemario hay distintos puntos de fuga hacia la música, la pintura, la filosofía y el paso del tiempo. ¿Por se centra en esos aspectos?
.
—El interés por la música y la pintura (los poemas como reflejo de la vida) aparece ya en los primeros libros y ha sido una constante en los siguientes. El paso del tiempo es uno de los temas esenciales de la literatura. En cuanto a la filosofía, es un tema nuevo en mi poesía, lo mismo que el carácter irónico de esos poemas.
.
—En el primer apartado predomina un tono más introspectivo y reflexivo cuando habla del paso del tiempo.
.
—Como he dicho antes, el tiempo es uno de los temas esenciales de la poesía desde sus inicios. Somos tiempo y, evidentemente, la percepción y la vivencia de su paso no son las mismas en la juventud que cuando uno está ya cerca de los 70. Se impone ahora la reflexión, el balance de lo vivido y la expectación, siempre tan incierta, de lo que nos queda por vivir.
.
—En una sociedad tan estresada como la actual, ¿es posible reflexionar sobre cómo el tiempo va avanzando inexorablemente?
.
—En una sociedad estresada, distraída por tantos estímulos y anestesiada, convulsionada por las guerras, las injusticias y las catástrofes, no sólo es posible sino necesario detenerse y reflexionar. Y no viene mal un punto barroco a la hora de pensar en la realidad y sus apariencias y en la fugacidad de la vida.
.
—En el poema 'Silencio con nombre' hace una referencia a Mozart.
.
—Uno de mis compositores favoritos (y hay tantos para tantos momentos). A pesar de los pocos años que vivió, dejó una obra extensa con muchas obras maestras. En su música está la levedad, la gracia, lo profundo, y Cernuda lo vio muy bien: «Da esta música al mundo / forma, orden, justicia,/ nobleza y hermosura». He sufrido pocas mudanzas pero en cada casa nueva lo primero que ha sonado ha sido 'Don Giovanni'.
.
—Música y poesía siempre han estado muy ligadas. ¿Por qué le fascina tanto la música?
.
—Nietzsche, que pasó de las óperas de Wagner a 'Carmen' y a 'La gran Vía', tiene una frase con la que me identifico: «Sin música, la vida sería un error». Sobre todo escucho música clásica, pero también me encantan los tangos, la música popular de Hispanoamérica, la música judía (sefardí, klezmer), el flamenco, la copla en su versión más dramática… Y nunca ha sido tan fácil tener toda la música en un solo dispositivo.
.
—En el poemario tienen también protagonismo artistas plásticos como Rothko. ¿Se puede transmitir el alma del cromatismo con los versos?
.
—Bécquer quería palabras que fuesen a un tiempo colores y notas. Uno trata de conseguir esa armonía. Y en los muchos poemas que he escrito sobre el tema no sólo me he detenido en los pintores preferidos, también he procurado preguntarme por lo esencial y lo material de la pintura.
.
—Destaca el poema dedicado a la 'Pietá Rondanini', una obra no tan famosa como la otra 'Pietá' de Miguel Ángel, pero igual de conmovedora. ¿Cómo surgieron estos versos?
.
—De la contemplación directa de la obra en el castillo de los Sforza en Milán. Frente a la minuciosidad maravillosa de la Pietá del Vaticano, esculpida ¡a los 24 años!, en esta, que es su última obra, la emoción surge de lo inacabado pero tan expresivo en esa desnudez de las formas.
.
—También está muy presente el humor a lo largo de los versos.
.
—La poesía tiene que abandonar algunas veces lo épico o lo trascendente, las emociones solemnes. Me interesan mucho la poesía satírica, la erótico-festiva, los epigramas, las formas del ingenio literario. A lo largo de los años he escrito bastantes poemas de este tipo pero he publicado muy pocos. Algunos son bromas privadas entre amigos y, claro, hay que conocer las claves. Pero sí, para mí son un divertimento, lo lúdico como complemento de lo lírico.
.
Cubierta del libro
Cubierta del libro ABC
—Al final del libro hay una serie de sonetos. ¿Cuál cree que es el mayor atractivo que tiene este tipo de poemas?
.
—En los dos libros anteriores he incluido una sección de seis sonetos. El atractivo reside en la libertad que te da, paradójicamente, el tener que someterte a una estructura tan marcada. Ya tienes la forma que te guía. Lo interesante es completarla con el fondo adecuado.
.
—Igualmente hay heptasílabos y otras formas poéticas que resaltan un conocimiento profundo de la versificación.
.
—Bueno, son muchos años de lectura y de escritura de poesía. Siempre procuro que haya una variedad métrica en mis libros. Y para mi es importante la musicalidad del poema. En muchas ocasiones, el primer verso, ese que te regalan los dioses, es que el que decide la forma del poema.
.
—¿Qué valoración me puede hacer de la exposición de los Machado que se acaba de clausurar en Sevilla y de lo que ha supuesto para la ciudad?
.
—Leo estos días el número de visitas (45.000) y, aunque las veces que he ido he procurado hacerlo temprano (es complicado apreciar los detalles de una exposición de este tipo con demasiada gente), siempre ha habido bastante público y muy interesado. La exposición ha estado muy bien pensada, equilibrada en sus contenidos (se ha preferido la calidad a la cantidad) y con una presentación atractiva. Aparte, queda un magnífico catálogo. Y es un acierto, haciendo honor a ese 'Retrato de familia', haber destacado las figuras del abuelo y del padre, tan importantes en sus campos respectivos. En ese sentido hay que reconocer la labor de Alfonso Guerra y de Eva Díaz Pérez, que han querido subrayar la unión sentimental e intelectual entre los hermanos. Siempre quedará la pregunta de qué hubiera ocurrido si Manuel no pierde el último tren de Burgos a Madrid. En el mismo año de la muerte de Manuel, 1947, Pérez Ferrero publica 'Vida de Antonio y de Manuel Machado', y no faltaron los homenajes conjuntos como el importante que, en 1975, 'Cuadernos Hispanoamericanos' le dedica a ambos. Durante treinta años, el más valorado fue Antonio, pero a partir de los últimos setenta Manuel comienza a resurgir, por el interés de la crítica y la influencia de su obra en algunos poetas de los ochenta.—¿Qué opina sobre el hecho de que tanto el comisario de la exposición, Alfonso Guerra, como el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, hayan hablado de la necesidad de dedicar un espacio permanente a Antonio y Manuel Machado en la Fábrica de Artillería?
.
—Me parece una idea estupenda, y que se vincule con el prodigioso espacio de la Fábrica de Artillería. Evidentemente, no podría ser esta misma exposición, porque muchas de las piezas pertenecen a otras instituciones y a colecciones particulares. De todos modos, la Fundación Unicaja tiene unos fondos extraordinarios de manuscritos y fotografías que permitirían un montaje atractivo y que se podrían completar con una muestra bibliográfica.
.
«El atractivo de un soneto reside en la libertad que te da, paradójicamente, el tener que someterte a una estructura tan marcada»
.
—En estos tiempos dominados por lo audiovisual y las redes sociales, ¿por qué cree que es necesaria la poesía?
.
—Por mucha tecnología que nos acompañe, las preguntas esenciales están ahí, como las emociones más verdaderas, y la poesía (en las diferentes maneras de concebirla) puede ayudarnos, en un personal proceso de interiorización, a buscar las posibles respuestas.
.
—En Sevilla tenemos a un grupo de autores que habla del gran estado de salud de la poesía en nuestra ciudad en estos momentos. Aparte de usted, hay otros muchos nombres como los de Antonio Rivero Taravillo, Víctor Jiménez, Victoria León, José María Jurado, Lutgardo García y un largo etcétera. ¿Qué opina sobre este tema?
.
—Las listas son casi siempre terreno resbaladizo por las ausencias o los olvidos. Los que cita son, aparte de poetas con voz propia, muy buenos amigos. Yo añadiría nombres como los de Alejandro Duque Amusco, Miguel Florián, José Julio Cabanillas, Rafael Adolfo Téllez o Juan Bonilla, a los que podemos considerar 'sevillanos', y entre los más jóvenes a David J. Calzado o Jesús Beades. Supongo que entre los más jóvenes de los jóvenes habrá nombres interesantes pero se publica tanta poesía que es difícil estar al día. Y no podemos olvidar, en la generación anterior, a Jacobo Cortines y Abelardo Linares que, aparte de una obra propia y consolidada, difunden la poesía (y no sólo sevillana) a través de Vandalia y Renacimiento, o a Javier Salvago, más dedicado ahora a la narrativa. Sí, el panorama es diverso y alentador.
.
Por Andrés González-Barba