El Premio Castilla y León de las Letras 2024 reivindica el papel de las humanidades para aportar conocimiento y creatividad a la ciencia y la tecnología
El poeta Juan Antonio González-Iglesias, Premio Castilla y León de las Letras 2024, no le teme a la Inteligencia Artificial (IA) en su ámbito, y confía en que el gusto de los lectores de poesía por lo humanístico impida que sea interesante para ellos consumir obras escritas con esa tecnología.
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"Aunque haya poetas que le tengan mucho miedo, yo no creo que la gente que lee poesía se ponga a leer lo que no ha escrito una persona. Si ya es difícil que la gente lea poesía hecha por personas, no creo que vayan a leer la que hace la Inteligencia Artificial. Seamos optimistas", argumenta este también crítico, traductor y catedrático de la Universidad de Salamanca en una entrevista con EFE.
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González-Iglesias (Salamanca, 1964) ha sido distinguido con el Premio Castilla y León de las Letras, fallado este miércoles en Valladolid, como "algo muy importante" que le cuesta expresar, a pesar de su profesión, porque "siempre hay algo misterioso en lo que es un premio".
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El autor comenzó su carrera literaria en 1993 con la publicación de 'La hermosura del héroe', el primero de sus doce poemarios, y obtuvo en 2019 el Premio Jaime Gil de Biedma con el último de ellos, 'Jardín Gulbekian', con el que fue finalista del Premio la Crítica de Castilla y León en 2020.
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Su labor creativa la ha conjugado con la labor como crítico en los suplementos culturales de los diarios ABC y El País y como catedrático de Filología Latina en la Universidad de Salamanca.
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En el ámbito académico es donde González-Iglesias sí considera que la inteligencia artificial obliga a "replantearse el volver a algo más clásico, más auténtico, más centrado en la lectura, la escritura propia y en saber defender oralmente algo"..
Mundo clásico contra caos posmoderno
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El jurado ha destacado su "profundo conocimiento de la Antigüedad grecolatina", con una obra que se caracteriza por una "equilibrada fusión entre los elementos grecolatinos y los contemporáneos, en un diálogo permanente entre la Antigüedad y la modernidad".
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"El mundo antiguo tiene la ventaja de que está todo muy claro, lo necesitamos para tener un punto de referencia, porque nuestra época es muy caótica. Y en el futuro vamos a necesitar más lo clásico incluso que ahora, porque el caos posmoderno es tremendo", considera.
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González-Iglesias defiende que, en un mundo "cada vez más deshumanizado", las humanidades son fundamentales y que lo ideal es que "se aporte un punto de ese conocimiento y creatividad a la ciencia y la tecnología para mejorarlas".
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En una institución centenaria como la Universidad de Salamanca, con una gran tradición humanística y de letras, el profesor aboga por que haya una "relación muy fluida y fecunda" entre ese ámbito y los nuevos estudios relacionados con la tecnología.
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Por Cristina García / EFE