Joan Vinyoli, el poeta de los veranos en Santa Coloma de Farners

Fuente: https://cronicaglobal.elespanol.com/creacion/20250302/joan-vinyoli-de-veranos-santa-coloma-farners/927907243_0.html

Cuarenta años después de su muerte, la capital de la Selva sigue recordando al poeta barcelonés que descubrió allí su pasión por la naturaleza y la montaña.


Pep Solà tendría unos 20 años cuando entró en la librería Les Voltes de Girona y se compró un libro de poesía que le causó gran impresión: Poesia completa (1937-1975), de Joan Vinyoli, con un dibujo de Antoni Tàpies en la cubierta. “No había oído hablar nunca de este poeta, y resulta que me interpelaba de una manera especial y que además estaba muy vinculado a mi ciudad, Santa Coloma de Farners”, explica este profesor jubilado, que por aquel entonces estaba a cursando los estudios de Matemáticas. “En Santa Coloma siempre habíamos honrado a Salvador Espriu, porque nació aquí, pero luego se fue a Arenys de Mar y ya no volvió, a pesar de los diversos reconocimientos. En cambio, Vinyoli era un desconocido”.
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A partir de ese momento, “algo empezó a moverse”: “Lo hablamos con más gente, amigos e historiadores como Josep M. Casas, la revista local Ressò, incluso conseguimos el teléfono del poeta para ir a visitarlo a Barcelona, pero se nos murió antes de hacer esa llamada”.
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Joan Vinyoli falleció en 1984, con 70 años, pero eso no impidió que Solà siguiera adelante en su propósito de honrar al poeta que pasó todos los veranos de su infancia en Farners y, poco a poco, con la colaboración de Carme Vinyoli, hermana del poeta, y otros conciudadanos motivados, fueran poniendo las bases para ofrecer a Vinyoli su merecido reconocimiento en el lugar donde no solo pasó los veranos previos a la guerra civil, sino donde descubrió la poesía y la naturaleza, además de aficionarse a la montaña. No en vano, el primer verso de su obra proclama: “I la natura em crida”, puntualiza Solà, que el próximo 12 de marzo dará una conferencia junto a Georgina Torra, estudiante de Doctorado especialista en Vinyoli y curadora de la reciente edición de las Proses de Vinyoli (L’Avenç, 2024), titulada “L’excursionisme en Joan Vinyoli: de Farners al Montardo” en la biblioteca de Santa Coloma de Farners. “El Montardo fue su cumbre mítica, lo subió tres veces y hasta escribió un poema inédito”, añade el experto.
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Sus esfuerzos por promover la figura del poeta en el municipio han dado sus frutos. En 1991, el Ayuntamiento de Santa Coloma declaró a Vinyoli hijo adoptivo: en 2002, la biblioteca pasó a llamarse Joan Vinyoli, y en 2004 se montó el primer simposio y se diseñó un itinerario Vinyoli en el Parc de Sant Salvador. Por otro lado, en 2010 Solá publicó la biografía La bastida dels somnis. Vida i obra de Joan Vinyoli (CCG Edicions). “Vinyoli ha hecho una contribución fundamental a la poesía catalana del siglo XX: por su fuerza comunicativa, su riqueza de sentidos, y por ser una voz profundamente comprometida con los avatares del ser humano", constató el momento de su publicación.
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Uno de los mayores logros de Solá y sus conciudadanos fue, sin duda, cuando los hijos del poeta decidieron ceder el fondo documental de Vinyoli al Ayuntamiento de Santa Coloma de Farners, en 2011, depositándolo en el Archivo Comarcal de la Selva. Repartido en 56 cajas, con más de 4.600 documentos y 1.210 fotografías, el fondo Joan Vinyoli contiene principalmente documentos de cariz personal y familiar, material relacionado con su trabajo en la editorial Labor (como las traducciones inéditas de los cuentos de los hermanos Grimm), así como impresos de actividades culturales (invitaciones y programas de exposiciones de arte, recitales de poesía, etc.), recortes de prensa, etc.
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Lo más importante, no obstante, es la obra creativa y la correspondencia con amigos, familiares y diversas personalidades del panorama cultural catalán, como Carles Riba, Salvador Espriu o Miquel Martí i Pol. Todo este material, disponible online parcialmente, ha sido catalogado y digitalizado durante los últimos diez años con la ayuda de la Càtedra Joan Vinyoli de Poesia Contemporánea de la Universidad de Girona (UdG), creada en 2013.
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“Para nosotros era importante proyectar la figura del poeta en el ámbito académico, un ámbito en el que Vinyoli siempre fue mirado un poco de reojo”, aclara Solà. Los motivos pudieron ser varios: “Quizás por su falta de estudios universitarios (al quedar viuda su madre cuando aún era un niño, Vinyoli no tuvo otra opción que ponerse a trabajar para ganarse la vida), quizás fue por sus problemas con el alcohol. O quizás porque no era canónico y punto”, señala.
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Según Solà, Vinyoli se sentía acomplejado no solo por su falta de estudios, sino por su forma de hacer poesía, totalmente al margen de las tendencias de la época. “En los años 50 y 60, por ejemplo, se promovía la poesía del realismo social, una poesía comprometida con los problemas sociales y con el país, pero él hacía una poesía muy intimista, de un realismo existencialista y metafísico, incluso neoromántica y mística”, explica. “Su compromiso era, en realidad, con la propia poesía y con el ser humano”.
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La Cátedra Joan Vinyoli de la UdG tiene hoy presupuesto para organizar el Festival Domini Màgic de Poesia, un simposio cada diez años, coloquios de estudio bianuales, además de promover nuevas ediciones y otras actividades para garantizar la presencia y el respeto por el poeta en el mundo académico. “Por suerte, es un poeta que entra muy bien en los jóvenes y está siendo reivindicado. Cada vez se lee más”, comenta Solà.
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Prueba de ello es que su Poesía completa en edición de bolsillo, con prólogo de Enric Casasses (Ed. 62, 2008) ya va por la quinta edición, y que en primavera, Edicions 62 reeditará algunos de sus libros.
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Además del fondo documental, la familia Vinyoli donó al Ayuntamiento la biblioteca personal del poeta y parte del mobiliario de su piso de Sarrià, cómo la mesa de despacho donde escribía sus poemas, expuesta de forma permanente en el Espai Vinyoli, un espacio interpretativo de la vida y obra del poeta, situado en la primera planta de la Casa de la Paraula de Santa Coloma de Farners. En esta reproducción ficticia de su despacho también se exhibe un retrato en sanguina de Vinyoli niño firmado por el artista y empresario Esteban Monegal i Prat, fundador de perfumes Myrurgia y veraneante de Santa Coloma de Farners. No en vano, su hijo mayor, Esteban Monegal Bofill, junto a Manel Rodés y Josep M. Sala, reconocidos empresario y médico en el futuro, formaban el inseparable grupo de amigos con los que el poeta descubrió su pasión por la montaña y recorrió los parajes de los alrededores hasta que la Guerra Civil puso fin a los veranos de su infancia.
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Por Andrea Rodés