Fuente: http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2014/10/05/index.php?section=sociedad&article=007n4soc
En la ceremonia en que se le entregó el reconocimiento del VII Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores, el poeta, ensayista y narrador Ricardo Yáñez relató que tuvo miedo de venir a Acapulco, pero, este puerto "es mítico, y de cualquier manera hay que venir".
El encuentro se llevó a cabo en el Centro de Lectura Carlos Fuentes del Centro Cultural Acapulco. Ricardo Yáñez opinó: "en realidad este homenaje lo veo como a un trabajo, no a una persona; yo he trabajado mucho con otras personas para que escriban, para que escriban mejor, para que canten mejor, porque lo que yo hacía eran talleres de creatividad, veo al homenaje más a ese trabajo que a mi poesía propia, porque yo le he dedicado más tiempo a ese trabajo". Pero a su vez también consideró que "esta invitación así la siento, como una cobijita, una avena y un catre para descansar." El ensayista leyó para los asistentes aforismos y poesía en prosa, la cual, comentó, es su fuerte. Entre sus libros publicados se encuentran: Ni lo que digo, Dejar de ser, Antes del habla, Prosaísmos, Sí la llama y Estrella oída. La poesía que presentó Yáñez en el Centro de Lectura Carlos Fuentes fue una antología que recogió de toda su obra publicada hasta ahora. Entre los poemas más importantes estuvieron La oaxaqueña, La flauta y Macario. Uno en especial tocó las fibras sensibles del poeta a mitad de la lectura, quien apenas pudo concluir la lectura con la voz entrecortada. Sobre este hecho notorio comentó que "en parte es pánico escénico, pero también fue por una anécdota que es de donde nace el poema" y dijo que piensa que es una influencia de su madre: siempre que siente que hay un escenario tiene que llorar. Y continuó con la anécdota: "Mi madre fue sirvienta, después se volvió costurera, pero siempre tuvo gente ajena en la casa, y los primeros que puso fue un primo y una prima, que habían perdido a su mamá y su papá era un borracho, y entonces la niña de tres años, Cuca se llama, bailó La negrita cucumbé en un festival escolar, y pues tenía unas botitas que ni siquiera quedaban bien con la canción, y subió a bailar con sus botitas y su vestido de bolitas; yo estaba sentado con mi mamá, quien estaba llorando, yo no entendía por qué lloraba". En ese sentido, reflexionó que él viene de muy abajo y eso le causa mucho problema emocional.