Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/03/25/opinion/1427307701_359259.html
El fallecimiento, el 12 de marzo de 2015, de la editora y poeta Luzmaría Jiménez Faro deja un penoso hueco en la literatura y en sus familiares y amigos, para quienes fue una mujer bondadosa que derrochaba afecto y buen hacer.
Como poeta nos regaló interesantes libros, versos repletos de emoción. Como indagadora firmó Panorama antológico de poetisas españolas (Siglos XV a XX) (1987), o los cuatro tomos de Poetisas españolas, (1995-2002), imprescindibles para conocer un apartado de la literatura en el que pocos autores se detienen.
En 1982 decide convertirse en mujer de empresa y son los libros, que tanto amaba, el objeto de su dedicación: crea Ediciones Torremozas, donde han aparecido cientos y cientos de títulos dedicados preferentemente a las mujeres y por ellas escritos. Seguramente con escasas ayudas pero con mucho apoyo afectivo de críticos, amigos y escritores, en sus colecciones vieron sus primeros versos o relatos autoras de todas las edades, actuales o desaparecidas. Ha sido notoria su labor de recuperación de autoras espléndidas a las que su posteridad no hizo justicia. Poetisas suicidas y víctimas de una muerte trágica ha sido uno de sus últimos libros. Su recuerdo tal vez nos haga ser mejores.— Manuel Quiroga Clérigo.