Fuente: http://www.lavoz.com.ar/salud/la-poesia-fue-liberadora
La rigidez en su brazo derecho y algunas complicaciones para caminar lo llevaron a consultar con varios neurólogos y en julio de 2008 le diagnosticaron mal de Parkinson. Al principio, pensó que se acababa todo. Las vueltas del destino lo llevaron a publicar un libro de poemas, POéMI , editado en Italia y Argentina.
La necesidad de expresar lo que sentía también lo inspiró a conducir un programa de radio ( Faro del alma , por Radio América) y actualmente dirige un documental sobre el sentido de las enfermedades desde una mirada transformadora del dolor. Lombardo estuvo en Córdoba para dar la primera parte del taller “Escribir para sanar”, destinado a personas que conviven con enfermedades crónicas y terminales.
–¿Por qué decís que las palabras te salvaron la vida?
–Cuando te dan el diagnóstico de una enfermedad pesada, uno cree que se le acaba todo. Pero después te das cuenta de que no es así. Mi primer síntoma fue mi brazo derecho que estaba rígido, me asusté mucho, así que consulté con un neurólogo y me dijo que era parkinson. Esto fue en julio de 2008. Al principio no sabía bien qué era esta enfermedad ni cuál era su fisiopatología. Sentí como si me hubieran apagado la luz y pensé: “Hasta acá llegué como actor, seguramente tendré problemas motrices”. Me deprimí mucho, porque la imagen de uno se quiebra. Más en el caso del actor. Se rompe el espejo y uno se pregunta “¿quién soy?” No sabía dónde estaba parado. Me agarró un bajón muy grande, estuve encerrado en mi casa como un año, sin saber muy bien qué hacer. En lo único que pensaba era en el parkinson. Al principio, me enojé con la enfermedad, la rechacé. Casi sin darme cuenta, empecé a escribir poemas donde soñaba que estaba sano. Escribir me ayudó a expresar y liberarme de lo que sentía. Las palabras me salvaron la vida. Creo que cuando uno no habla de lo que le pasa, todo es doblemente doloroso.
–Y así fue que surgió el libro de poemas donde relatás parte de tu historia de vida.
–Sí, empecé a escribir por la desesperación que sentía y aunque por ahí me costaba hacerlo con mi mano derecha, empecé a intentarlo con mi mano izquierda. Estuve dos años escribiendo todo lo que sentía, todo lo que pensaba y así surgió POéMI , un libro de poemas editado en Calabria, Italia, que después también se editó en Argentina y que habla sobre lo que me pasó con el parkinson, lo que sucedió en mi vida. La poesía para mí fue liberadora. No sé qué hubiera hecho sin ella. Escribir me ayudó a sacar mi tristeza, aunque sé que ella vive conmigo desde antes de la enfermedad, el proceso de escribir me ayudó a reconocerla, darme cuenta de mi dolor y del miedo a la muerte. El dolor a veces tiene tanta potencia que te hace cambiar. La enfermedad nos hace más sinceros, dejás de esconderte detrás de las máscaras y te mostrás más como sos realmente. Y fue casi milagroso lo que sucedió. Cuando emitieron Padre Coraje el año pasado, las mujeres comenzaron a escribirme mensajes porque se enamoraron de mis poemas y un día, una italiana de Calabria que me seguía me envió un mensaje a mi página en Facebook y me dijo: “Tengo una amiga a quien la atravesaron tus palabras y te quiere conocer para armar un libro”. En ese momento ya había dejado la TV, decisión que tomé apenas me dieron el diagnóstico porque es muy estresante y te insume mucha energía. Por eso opté por hacer otro camino, que se abrió por muchos lugares nuevos. El libro salió y estuve de gira un mes en Italia.
–¿Qué querés decir cuando afirmás que “hay que hacerse cargo de la enfermedad”?
–Y que hay que aprender a no resistirse a la enfermedad, tratar de aceptarla aunque sea muy difícil. Aprendí a ocuparme de las cosas verdaderamente importantes y dejar de lado las superfluas, las banalidades y la imagen. Sigo siendo actor, pero ahora también escribo, hago talleres de escritura para sanar, hago radio, mi programa Faro del alma por América y estoy filmando un documental. Las enfermedades te hacen cuestionar muchas cosas: ¿Por qué a mí? ¿por qué nos enfermamos? ¿para qué?, preguntas que aún hoy hago. En el documental ¿Por qué a mí? abordo el sentido que adquieren las enfermedades en la vida de las personas desde una mirada transformadora sobre el dolor.
Rosana Guerra