Fuente: http://pueblapolitico.com/entrevista-con-nuno-judice-la-poesia-es-iluminacion/
Nuno Júdice (Mexilhoeira Grande, Algarve, Portugal, 1949) jamás se ha planteado la posibilidad de haber dedicado su vida a otra cosa que no fuera la poesía.
Desde pequeño se aficionó a oír la voz de actores que recitaban poemas a través de la radio; fue algo casi natural estudiar Literatura románica y dedicar su vida a escribir versos. "Fue algo fundamental, como respirar", dice el poeta que mañana recibirá el Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval, junto con el mexicano Francisco Hernández.
Júdice se encuentra en Aguascalientes al lado de otros poetas del mundo que han llegado aquí para leer sus versos, intenta formar parte de la algarabía grupal que invade a algunos, pero casi siempre termina por apartarse, pues su talante es más bien discreto, casi tímido. La poesía y su hechura, sin embargo, son algo en lo que parece estar pensando siempre, no en vano ha dedicado una buena parte de sus versos a la manera de acometer el verso.
¿Es verdad que se acercó a la poesía a través de la radio?
Sí, porque era una época en la que no había televisión y en la radio se leía mucha poesía; sobre todo, claro, la poesía del siglo XIX, poesía no modernista, porque eran tiempos muy conservadores. Fue oyendo esos poemas que el deseo de escribir poesía también apareció; también porque en Portugal, en la escuela, había mucha poesía en los manuales escolares de educación primaria.
¿El sonido tuvo que ver entonces?
Sí, porque para mí la poesía debe tener algo de mi música. Cuando escribo procuro esa musicalidad de la lengua portuguesa, transmitir eso y también, por otro lado, más tarde, cuando comencé a visitar museos y exposiciones la pintura también fue muy importante; hay siempre un diálogo y una presencia de la imagen en mis poemas.
¿Por qué a los portugueses se les da la poesía?
Eso ocurre desde siempre. La literatura portuguesa empezó con la poesía en la Edad Media y después los dos grandes escritores portugueses son poetas: un clásico del siglo XVI (Luís de) Camões y Fernando Pessoa en el siglo XX; es muy simbólico porque el día nacional que normalmente se conmemora en otros países con el aniversario de batallas, de luchas por la independencia y cosas así, en Portugal es el día en que nuestro poeta clásico Camões murió, es un día que tiene como motivo la poesía. Somos una cultura en la que no hay grandes filósofos como Francia e Inglaterra, pero nuestra filosofía está en la poesía, porque la poesía no se limita a ese aspecto lírico, personal; muchas veces nuestros grandes poetas se interrogan sobre cosas esenciales. La poesía es una forma de pensamiento sobre la vida, el mundo, el ser.
¿Para qué le ha servido a usted la poesía? (Júdice toma aliento, ríe y finalmente dice):
Eso se tornó desde mi adolescencia, fue algo fundamental, como respirar, para mí escribir es algo que es parte de mi vida, por eso no es algo que me provoque muchas angustias, es algo que nació conmigo y que sigo haciendo hasta ahora.
El primer libro de Júdice fue La noción de poema (1972) pero en su haber tiene más de 30 libros de poesía, 15 más de ficción y otros más de ensayo. ¿Qué es más difícil hacer, poesía o novela?
La novela para mí es más difícil, porque requiere de un tiempo y un revestimiento más complicado; primero hay que tener la idea, los personajes y a partir de un determinado momento, cuando la historia comienza a ganar forma, las cosas son más fáciles y puedo seguir escribiendo, pero hasta el llegar a ese momento es un tiempo muy largo.
La poesía entonces, ¿llega de manera más natural?
Sí, la poesía es una condensación o una iluminación y la novela se trabaja con el tiempo, son dos formas completamente distintas de literatura.
Después de escribir tantos poemas sobre la poesía, ¿a qué ha llegado?
Me obligo casi todos los días a escribir, no creo mucho en la inspiración y debo sentarme enfrente de la computadora, es ahí que el poema surge, de esa disposición para escribirlo. Escribir poesía es siempre una búsqueda de ese ideal que es el concepto abstracto de poesía; donde la poesía se manifiesta es en el poema, no hay una definición universal que se pueda dar, porque cada poeta tiene su idea y su concepto de poesía, lo aplica, lo adapta. Si no hay esa búsqueda interior finalmente de la belleza, que es el poema, no se consigue llegar nunca a escribir algo bueno.
¿Es como en su poema Respuesta con arte poética que dice: "Lo que importa es decir lo que de otro modo no puede ser dicho"?
Sí, porque cuando leo un poema, lo que busco es algo que nunca había sentido, cuando escribo es lo mismo que busco, algo diferente, nuevo, sobre cosas que son banales, cosas de la vida, cotidianas o cosas más profundas; pero para mí el motivo por el que la poesía sigue existiendo es que el lector, cuando lee un poema se apropia de él. Las cosas que están dichas en el poema pasan a ser parte de la experiencia del lector, quizás la única razón de ser del poeta es revelar sobre el mundo, sobre las cosas de la vida, de la existencia, revelar algo que todos los días vemos, que pasamos cerca de ello y no notamos nada diferente pero que cuando leemos un poema que trata de esas cosas, inmediatamente cambia nuestra manera de ver esas cosas.
Además de escribir poesía, también ha traducido al portugués a franceses como Molière y a latinoamericanos como Pablo Neruda y Álvaro Mutis. ¿Qué implica el reto de traducir poesía?
Traducir poesía es una forma de comprender mejor el universo de un poeta. Cuando lo leemos tenemos un entendimiento que todos los lectores sienten, entendemos el texto, la manera en que está dicho, pero cuando empiezo a traducir es completamente diferente, porque tengo que entrar en la mente del poeta, saber de dónde vienen las imágenes, las palabras, por qué éstas y no otras; traducir es finalmente hacer una recreación del poema y al mismo tiempo es diferente; al traducir prosa lo que importa es la idea y ser fiel al texto original, en la poesía no es así, porque la traducción literal no resulta. La poesía capta la música de una lengua y cuando la pasamos a otra lengua esa música ya es diferente, la lengua tiene su música específica. Si es posible mantener el ritmo, intento hacerlo, pero normalmente no es así; lo que es importante es que leyendo ese poema podamos sentir la respiración rítmica en nuestra lengua.
¿Si no hubiera sido poeta, qué hubiera sido?
Creo que nunca me había planteado ese problema, fue algo natural desde muy joven la tendencia a las letras. Hice mi curso en Literatura románica, por tanto nunca concebí otro tipo de actividad, pero si pudiera haber sido otra cosa me hubiera gustado ser pintor o fotógrafo.
De todas sus actividades, ¿prefiere ser llamado como poeta?
Sí, eso no me da problemas, lo siento muy natural, aunque cuando me preguntan lo que soy, si digo poeta la gente me ve sospechoso, por eso normalmente respondo que soy profesor.