Fuente: http://www.latercera.com/noticia/cultura/2015/10/1453-651025-9-augusto-de-campos-poeta-brasileno-siempre-habra-lugar-para-la-poesia.shtml
Fue parte de la revolución artística que se produjo en Brasil, en la década del 50. Augusto, junto a su hermano Haroldo de Campos y el poeta Décio Pignatari, crearon el movimiento de Poesía Concreta.
Juntos hicieron de la palabra una materia de transformación, donde fundieron el lenguaje con las artes plásticas, visuales y musicales.
Augusto de Campos (Sao Paulo, 1931) era un veinteañero cuando tradujo al portugués los poemas de Vicente Huidobro, Stéphane Mallarmé y la prosa de James Joyce, especialmente su libro Finnegans Wake. Eran tiempos en que se escribía cartas con los poetas estadounidenses Ezra Pound y E. E. Cummings.
“Teníamos la pretensión de dar una respuesta diferente a lo que venía de Europa. Por eso la idea era devorar la cultura europea y producir algo nuevo”, dice Campos, autor de títulos como Poetamenos y Pop-cretos, quien la semana pasada estuvo en Chile para recibir, en La Moneda, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.
¿Les interesó incluir el surrealismo en el desarrollo de la Poesía Concreta?
El surrealismo era más irracional e inconsciente, nosotros buscábamos disciplina. Teníamos una coordinación muy estricta en el área semántica. Exigíamos rigor. De lo contrario se podía llegar fácilmente a una sopa de letras sin sentido. El verso debía pasar por una reflexión. No nos interesaba la metáfora por la metáfora. Los Artefactos, de Nicanor Parra también nos interesaron. Y Raúl Zurita me parece que, incluyendo su trabajo visual, es uno de los grandes poetas en estos momentos.
Ud. no sólo hizo poesía visual, sino también creó hologramas con palabras, ¿Cómo fue esa experiencia?
En los 80, en Sao Paulo, eran sólo dos los técnicos en holografía y bueno conocí a uno y así hice poesía como hologramas. Inicialmente la prensa y la crítica estaban muy en contra de este tipo de obras. Había una resistencia. Pero las cosas cambiaron. Hoy en las escuelas y universidades se enseña el movimiento de la Poesía Concreta.
¿Qué nuevos elementos intregró en su obra?
En los 50 yo hacía poesía mezclando, por ejemplo, seis colores. Luego, en los 90, cuando empiezo a trabajar con el computador, todo fue menos complicado. El mundo digital fue otro descubrimiento. Cuando puse las manos en el teclado, me dije: era todo lo que yo quería. En minutos podía hacer lo que antes me llevaba días. Ahora, mi última fase la he trabajado con animación. Son poemas en movimiento, o sea, animaciones digitales.
¿Cómo vislumbra el arte en un par de décadas más?
Creo que siempre habrá lugar para la poesía. No se puede competir ni tampoco decir que ya todo está agotado. Hay otros caminos. Siempre habrá poetas más verbales y otros más experimentales. La revolución digital no sé para dónde va, pero los jóvenes ya prefieren la imagen ante la palabra. Entras a Facebook y las imágenes están destacadas antes que las palabras. Internet es deslumbrante. YouTube es una gran biblioteca visual y musical del arte contemporáneo.
Javier García