¿Existe un nexo poético entre la infancia y la memoria a través de objetos tan nostálgicos como un trozo de pan duro, un azucarero, un termómetro, un barreño o un calzador? A Juan Luis Saldaña (San Sebastián 1978) le bailan los versos para demostrar que lo hay.
Su poemario Inventario doméstico ha sido merecedor del premio del certamen poético Manuel Garrido Chamorro, que hoy se entrega en Martos (Jaén), en su 44ª edición, dotado con mil euros y un diploma.
Saldaña, columnista de 20minutos, colecciona pareados y oficios. Se licenció en Derecho, trabajó en un banco, es novelista de éxito (Hilo musical para piscifactoría) presentador, cronista, periodista, bloguero, músico y unas cuantas cosas más. Todas sus ocupaciones las ha observado con idéntico aprendizaje, si bien, bucear entre saldos de cuentas y redactar demandas son lo menos lírico que le ha tocado en suerte.
Quizás de este revoltijo y de que contempla la realidad sin ningún afán por cambiarla, sino de procesarla, sale su fuente de inspiración: lo diario, lo corriente, lo normal. Lo que, en definitiva, somos todos. Nacido en San Sebastián, afincado en Zaragoza, ¿dónde se encuentra geográficamente el instinto poético de Juan Luis Saldaña?
Yo creo que el punto exacto sería el de una persona que ha leído mucha poesía, toda la que he podido y siempre me ha interesado conocer y entender más. Me gustan los clásicos e intento leer todas las novedades que puedo y a mis amigos.
Son poetas del entorno de Aragón como Octavio Gómez Millán, Enrique Cebrián, Víctor Guiu... Como decía Jaime Gil de Biedma, yo soy yo y mi pasado ¿Es Inventario doméstico su primer poemario? Lo digo por si tiene otros en el cajón dispuestos a salir a la luz. Poemarios, he publicado algunos con premios, pero nunca con una editorial.
Publiqué uno a cuatro manos con Gómez Millán. Era sobre Perico Fernández, el boxeador, Perico Fernández que estás en los cielos, y lo publicamos en la editorial Los libros del Imperdible.
Por Juan Luis Saldaña.