El libro que nos ofrece Sergio Lea Plaza, Exilio en Otro mundo, busca una interpretación de las letras del vate tarijeño Roberto Echazú, a partir de un conjunto de planteamientos que provienen de la filosofía política a través de autores como Martin Heidegger, Friedrich Nietzsche o Michael Foucault para encontrar nociones que no condicen con el discurso hegemónico de la sociedad.
Tesis
El trabajo fue presentado como tesis de la maestría en comunicación política ante la Universidad de Chile, en Santiago, con el asesoramiento del profesor Juan Pablo Arancibia Carrizo. La publicación contó con el apoyo del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), la Editorial 2 Tipos y la Casa de la Cultura de Tarija.
Lea Plaza, en conversación con El País eN, reveló que el punto de partida fue considerar que el poeta se encuentra en otro territorio, en otro registro, porque habla de otras cosas y observa otros elementos, diferentes a los del conjunto de la sociedad y esa es la orientación del libro.
En principio, la obra es un trabajo académico y por lo tanto realiza una serie de referencias y vinculaciones con planteamientos teóricos en los que el lector podrá encontrar, en la interpretación que se presenta, una serie de hipótesis sobre lo que enuncia en su poesía Echazú.
Sin embargo, el autor advierte que el texto, por su carácter de interpretación subjetiva o arbitraria, no apunta al descubrimiento del pensamiento del poeta, sino simplemente una exégesis que utiliza el auxilio de los conceptos de la filosofía teórica y que develan que unos versos y poemas indican otras nociones políticas que las establecidas comúnmente.
Destaca la importancia de que el libro parte de considerar a la política no solamente como el ejercicio del poder en torno a unas instituciones como el Gobierno, Congreso, partidos políticos, etc., sino que va más allá de ese círculo, que opera en la mente de los hombres en todo momento para recordar que se deben tomar decisiones adecuadas al sistema ideológico imperante.
En esta línea de reflexión, la fuerza articuladora es el discurso, como un potente instrumento que dota de determinado sentido a todo lo que nos rodea, en especial al propio hombre y, para llegar al quid del asunto, se origina y se encuentra en las propias palabras y a partir de ellas se extiende a todos los objetos y seres.
El discurso es poderoso porque crea en la mente de los hombres aquello que llaman la realidad y sobre ella instituye un orden para que se funde un tipo de comunidad en el que la poesía queda como un adorno, de fantasías e irrealidades y proscrita para hablar de política, de aquella que tiene que ver con las nociones fundamentales que los hombres utilizan en la construcción o deconstrucción de la realidad, el orden y lo común.
Está proscrita por su carácter irreverente con el orden y que amenaza las propias bases del pensamiento sobre el que se sustenta la organización de la sociedad basada en la lógica aristotélica griega. Esta exclusión permanece en nuestros días, por eso, la poesía se encuentra confinada como un mero adorno inofensivo e inútil.
"Y, sin embargo, independientemente de ello, cierta poesía sigue hablando". Es el caso de la escritura de Roberto Echazú, que para Juan Pablo Piñero es "un poeta de la tristeza, del amor, del olvido y de la soledad".
La producción
escrita de Sergio
Lea Plaza
Sergio Lea Plaza nació en Tarija y presentó este trabajo como tesis para la maestría en comunicación política de la Universidad de Chile en 2014. Publicó junto a Vigmar Vargas el ensayo, "Bolivia: Evo Morales, cuando la estrategia de comunicación se vuelve contra sí misma" en el libro "Comunicación política y campañas electorales en América Latina" (Editorial Biblos 2013) y, junto a un equipo de investigadores, el estudio "Tarija en los imaginarios urbanos" (PIEB, 2013).
ROBERTO PATIÑO