XXXVI CERTAMEN DE POESÍA "BLAS INFANTE"

Comer poesía

Fuente: http://www.abc.es/catalunya/20150916/abci-comer-poesia-201509161023.html

A los utilitaristas ávidos del último dispositivo electrónico les resulta difícil entender para qué puede servir la música, la literatura, el arte o la cultura gourmet. Por eso he decidido suscribir a pie juntillas el manifiesto del profesor Nuccio Ordine en favor de la utilidad de lo inútil, para defender la prevalencia de los fines por encima de los medios y preferir lo bueno a lo útil.

En todos los campos persiste una supremacía del tener sobre el ser. Aparentar cotiza al alza y lo que se muestra resulta mucho más valioso que la propia cultura. Las realidades más obvias e importantes son a menudo las que más cuesta ver y las más difíciles de explicar. David Foster Wallance lo ilustra con el ejemplo del pez que pregunta a otro «¿cómo está el agua?», obteniendo por respuesta: «¿qué demonios es el agua?». Esa es la función de la cultura en la que vivimos sin tener conciencia de ello.

Comer es una de las actividades más agradables y la gastronomía se antoja su vehículo para conmovernos. Como todo en la vida, la cultura gourmet requiere de una larga iniciación, como si practicáramos cualquier deporte, y en pocas ocasiones encontramos poesía emplatada. Sólo en cocinas verdaderas como la de Fina Puigdevall persiste el acento de lo cercano, el rasgo luminoso del producto desprovisto de lo superfluo, aunque elaborado con las técnicas más vanguardistas. Hace doce años que esta chef olotense de alma volcánica, como su sonrisa, se planteó radicalizar su discurso y emprender el camino de renunciar a todo lo ajeno a la comarca de La Garrotxa en una decidida apuesta, «avant la lettre», por el km0, pero vivida siguiendo el aforismo «conócete a ti mismo» en versión «el paisaje en el plato». Mas de Torrent, el mejor Relaix Chateaux de L’Empordà, la ha fichado para reproducir la misma experiencia bendecida con dos Michelin en su restaurante Les Cols, pero con los productos del mar de la patria chica de Josep Pla.

La cocina de Fina Puigdevall es en gastronomía lo que el pabellón Mies van der Rohe en arquitectura. Su reinvención del cóctel de gambas o del pollo con langosta, libre de artificios que puedan restar el protagonismo del producto, son las pruebas culinarias de que es el gozar lo que nos hará felices. Porque la auténtica esencia de la vida suele coincidir con lo bueno, máxime si nutrimos ese grano de locura que todos llevamos dentro y sin el cual es imprudente vivir.
JOAN CARLES VALERO