Más conocido como el poeta Carbegún, imparte talleres de poesía en el módulo ocho de la cárcel de Salto del Negro desde hace tres años.
En sus sesiones semanales, el literato recita versos a sus alumnos y les motiva para que le den rienda suelta a la pluma como método terapéutico ante la drogadicción y la reinserción social. La soledad se presenta como el sentimiento más frecuente sobre el que suelen versar los textos de los presidiarios.
Lleva tres años impartiendo clases de poesía a unos 15 presos de Salto del Negro. ¿Se siente recompensado.
Thaidi Llamas