BIOGRAFÍA
Meira Delmar nació en Barranquilla (Atlántico) el 21 de abril de 1922. Su verdadero nombre es Olga Chams Eljach, hija de padres libaneses. Realizó sus estudios de Bachillerato en el Colegio Barranquilla para Señoritas y sus estudios superiores en la Escuela de Bellas Artes del centro de estudios Dante Alihieri de Roma (Italia). Es el nombre femenino más destacado de la poesía colombiana de influencia piedracielista. Su obra posee una musicalidad interior, recurriendo con frecuencia a temas sobre el mar y el universo, el amor y los clásicos griegos.
DISTINCIONES
• Doctorado Honoris Causa en Letras de la Universidad del Atlántico.
• Medalla de Honor al Mérito de la Sociedad de Mejoras Públicas del Atlántico.
• Medalla de Honor al Mérito del Club Rotario de Barranquilla.
• Placa de Honor al Mérito del Centro Artístico de Barranquilla.
• Venera de la Sociedad Interamericana de Escritores.
• Medalla Pedro Biava del Centro Artístico de Barranquilla.
• Medalla Puerta de Oro de la Gobernación del Atlántico.
CARGOS OCUPADOS Y ASOCIACIONES
• Profesora de historia de Arte y Literatura en la Universidad del Atlántico.
• Miembro del Centro Artístico de Barranquilla.
• Miembro de la Comisión Interamericana de Mujeres.
• Miembro del Club Zonta Internacional de Mujeres Profesionales y Ejecutivas.
• Miembro de la Sociedad de Mejoras Públicas.
• Directora de la Biblioteca Departamental del Atlántico.
LIBROS PUBLICADOS
• Alba de Olvido (1942)
• Sitio del Amor (1944)
• Verdad del Sueño (1946)
• Secreta Isla (1951)
• Sus Mejores Versos. Antología (1957)
• Poesía (Antología bilingüe en italiano y español, 1970)
• Huésped sin Sombras (1971)
• Reencuentro (1981)
• Laúd Memorioso
Meira Delmar nació en Barranquilla y ella es flor y miel de nuestra patria. Sus antepasados son originarios del Líbano impregnado de antiguas culturas. Las remotas herencias orientales explican la fina y refinada personalidad humana de Olga Chams, capaz de sacrificar un mundo para hallarse a su propia altura.
Bajo el seudónimo de Meira Delmar se ocultó cuando la revista Vanidades de La Habana publicó sus primeros poemas. Su obra literaria resume la unidad de una vida modelada por el ritmo en una honda melodía, jubilosa en los versos marineros con las gaviotas y las barcas pescadoras; lejana en milenios de añoranzas cuando el amor madrugó en romanzas y elegías.
JAVIER ARANGO FERRER
EL SITIO DE SU VOZ
Meira Delmar entrega a las selectas minorías su primera producción poética. Obra de juventud, casi de adolescencia, tiene no obstante, como los frutos maduros, el redondo perfume de la plenitud. Se abreva en claras fuentes clásicas; pero afirma su verso a una noble cantera de emoción. La sombra amada de Gustavo Adolfo cruza, azul, por su poesía, y un aire renovado y alto la adelgaza hasta fino surtidor o tenue huella de nube evaporada.
Romántica, si por romanticismo ha de entenderse esa entrega del alma a la naturaleza, ese seguido correr de la sangre al ancho mar del sentimiento. Nueva, si por nueva ha de tenerse la poesía pura, limpia de sensiblerías enfermizas, de llanto inútil o acobardada renuncia. Y nueva también por la angustia vital que recorre su voz hasta llevarla a sitio donde el olvido adquiere categoría de sueño.
Su paisaje es alto y trascendente. Ha llegado a la naturaleza para arrancarle sus más hondos secretos o sus más claras confidencias. Campos aromados, árboles siempre florecidos de trinos, mar azul para la blanca vela de nuestro viaje y rubios trigos para ofrecernos, plenos, el oro de la vida. Paisaje móvil. Paisaje que habla con la profunda voz de la vida aprisionada. Y el paso en permanente actitud de despedida. Sus caminos -amplias sendas que cruzan paralelas su poesía- son caminos sin retorno. Rutas para el olvido. Y la dura certidumbre de la ausencia, del existir sin nombre y sin recuerdo, de este ser en la vida "alguien que se aleja" para no regresar, aprisiona su voz como tenaz mano de niebla.
El amor está también en su poesía sin estarlo. Es un amor en fuga. Es la ausencia de lo que pudo ser. Aún en aquel sendero que conduce a la entrega, su voz encuentra una ruta de evasión. Y viene a situarse en frente del recuerdo: cómo será la ausencia, cómo el no ser, cómo el olvido? Es la angustia nueva que viene a darle la clave de la fuga.
Meira Delmar cierra con esta entrega su primer ciclo poético. Pero aquí está, de pié sobre el olvido, la verdad de su voz.
IGNACIO REYES POSADA
Fuente: http://www.geocities.com/Athens/Agora/8197/HV/Mdelmar.html